DIEZ POETAS DE GUERRERO/No. 173


 

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Copala, 1971



Poemas de historias miserables

I

Taciturno toro herido ve pasar la calma
Tomo un café en el Astoria, sosiego,
apacible termino mi taza
en el instante en que es violentado un cuerpo
Miro las hojas de los árboles,
Atrapadas en la red marina, hojas secas, amarillas
verde la mañana que me asombra
mientras a lo lejos es violentado un cuerpo

Me quedo quieto en la apacible gente
Humboldt estuvo en su frondosa sombra
Aquí yergue aún la sangre del toro de Caleta
Apuro el café amargo de las frías sillas
En el instante en que se ha violentado un cuerpo

Descalzo, ambigua la mitad del agua
el puro incienso de mirar tardío
no haré nada por el violentado cuerpo
la tarde me espera a repetir miserablemente las noticias matutinas:
¡se ha violentado un cuerpo!
Seguiré mi paso y estaré feliz de terminar por fin el poema.


II

Vagabunda regresó la noche
La risa de Dios en la huida del otoño
El mar se ha ido y no salieron los gigantes
a jugar mi mano de sirena dispersa
En qué momento, pregunta Federico Vite
Se perdió la calma en Acapulco
Tuvo que ser un instante soleado
Con partículas de arenas diminutas
Multiplicando la densidad del miedo
Viajera, recuerda el azúcar en el café
Arrepentida recuerda las palomas en los árboles
He aquí los cuerpos que en futuro serán los muertos
El cubo de azúcar cae dulcemente en el café hirviendo.


Poemas intramarinos


En el agua termina quedo el murmullo de la gente
Vemos silenciosa saltar la tarde
En nuestras manos se acumulan nuestros años
Tenemos el sonido equivocado
Inútilmente las palabras se resbalan de su molde
Trato de que me entienda una muchacha de quince años
Le digo tarde sobre sol
Horizonte azul/ azul los ojos de la tarde
Retengo una queja grande de su adorada imagen
Ziiien, me dice por respuesta final
No, le digo, trato que veas la tarde
¿La tarde?
dice, ok. chida la tarde, cool, la tarde

Es un cuarto sencillo, cool es un cuarto sencillo, Me hago entender,
Nadie mira cielo y anochece estrella
Así de sencillo
Todo es cool.

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Las águilas están algo sombrías

En la muerte las águilas están algo sombrías
Lo imagino porque la tarde me da gaviotas
Protegida sigo la casa del pescador
Ayer soñé conocer a una muchacha de quince años
Me decía palabras que desconozco
Multiplicaba las tres X del acento común
Caníbales de tiempo cero
La tarde no puede presumir el velo de sus ojos
Son ciegos de mar e inodoros de pez vela
¿Escucharán el rumor de las olas del cielo?
No es necesaria tanta belleza
De lejos veo venir a la muchacha
Finge demencia, ignora la pregunta que le hice ayer
¡Hey tú! Dónde dejaste la tarde,
sonríe y se da una nalgada
Salta,
Salta, más aprisa, ¡salta!
Me dice que se unió al club de los que no creen que el mundo se pierda en 2012
como prueba, me muestra una lata de atún con fecha de caducidad 2014.


Cool, extravío marino


A dónde iremos
Seremos pececitos grises enfermos
La tarde me dice que la chica de quince años se acerca
Es surcadora de redes sociales, de estrellas, sensible a las cosas que no
cambian de lugar
Ella me recuerda y con insolencia me dice que le aburre mi cursilería
Yo sólo digo la tarde
Y ella ya se ha ido a fornicar, se siente completa, una mujer completa
No pierde el tiempo en mirar el mar desde un balcón rojo derruido
Está en las alturas,
En la estrella luminosa de la ciudad nocturna.
¿A quién le apuesta?
Por qué me miras mar si soy caníbal
No mires esta tarde, no terminará noche
Ajenos como los gusanos terminaremos ajenos de sentimientos


Citlali Guerrero. Estudió Sociología de la Comunicación y Educación en la Universidad Autónoma de Guerrero y el diplomado para escritores en la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM). Ha publicado los poemarios Llorando el naufragio (UAEM/Tinta de Alcatraz, 2001), Los pantanos son algo verde como el deseo (Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, 2003), Mutaciones Nosotros (Universidad Autónoma de Guerrero, 2008), Todas las horas alumbran (Praxis/IGC/Conaculta, 2010) y la plaquette La vida es crónica (La Tarántula Dormida). Obtuvo el Premio Estatal de Poesía María Luisa Ocampo 2001 y el Premio Estatal de Poesía Ignacio Manuel Altamirano 2008. Ha sido becaria del Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico de Guerrero en 2004 y 2010.