En diciembre pasado, la revista Punto de partida celebró cincuenta años, doscientos números publicados y un camino recorrido junto a varias generaciones de escritores que han visto en estas páginas —y en las actividades cobijadas por el proyecto (talleres, libros, concursos literarios, publicaciones digitales)— el impulso a sus carreras incipientes. Al completar este ciclo de madurez, que cerramos en la pasada edición con una muestra de narradores de los años ochenta, empezamos 2017 con una mirada a los más jóvenes en un dossier de poetas “noventeros”. Éste incluye a trece autores — seis mujeres y siete hombres— nacidos entre 1990 y 1998 en distintos estados del país, todos ellos con algún contacto previo con nosotros, ya sea por haber publicado en la revista digital Punto en Línea o formado parte de alguna de nuestras antologías, o por haber ganado el concurso que convocamos anualmente para estudiantes de la República. Trece poetas con registros, temas y recursos formales muy distintos, dispuestos en orden cronológico.
Al preparar esta selección nos topamos con un hecho que nos soprendió: una marcada preeminencia del verso con respecto de la prosa (aunque hay ejemplos notables de combinación de ambos en el mismo poema, como en los casos de Irma Torregrosa y Sergio D. Lara). No estoy, de ningún modo, afirmando que esto sea un rasgo generacional, sino que este abordaje formal contrasta con lo que solíamos encontrar en las muestras dedicadas a la obra de los nacidos en la década precedente.
Vemos también en este grupo factores compartidos: la autorrereferencia como punto de partida para la descripción del mundo, y un cierto aliento lírico que, aunado al cuidado de la forma y el lenguaje en la mayoría de los poetas incluidos, llama la atención, aunque no podemos hablar de un desmarcaje entre generaciones ya que esta reunión es sólo un botón de muestra de la abundante producción poética nueva en el país.
En cuanto a la parte gráfica de este número, agradecemos la colaboración de T.A.C.O. Talleres de Arte Arte Contemporáneo, espacio dirigido por el artista visual Sergio Ricaño, quien preparó una selección de obra de sus alumnos en el diplomado sobre procesos gráficos que se imparte en el Taller. Así, contamos con la participación de siete jóvenes artistas nacidos en la Ciudad de México entre 1993 y 1997, cuya obra transcurre por estas páginas junto al contenido literario y constituye también un muestrario del trabajo realizado por nuevos artistas de la gráfica.
Para cerrar este comentario volvamos al principio: la sección Del Árbol Genealógico, que precede y presenta la muestra de jóvenes poetas y artistas, publica cuatro inéditos de Francisco Martínez Negrete que forman parte de su poemario Qué epidemia de rosas. Baladas de amor y pérdida, de próxima aparición en coedición unam/Trilce. Al poeta, en su final de ciclo —ido a sus sesenta y dos años, joven su espíritu y su poesía— dedicamos este dossier que abre, a su vez, un ciclo.