Carrusel / Baco cubierta / No. 242
Un viaje por la frontera entre el mapa estelar y terrenal
Marlon PV
Aunque es de noche
Montserrat Rodríguez Ruelas
Ediciones del Lirio
2023, 96 pp.
Aunque es de noche es la primera novela de la narradora y poeta Montserrat Rodríguez Ruelas, merecedora en 2021 del Premio Nacional de Novela Breve Amado Nervo otorgado por la Universidad Autónoma de Nayarit. Este trabajo se escribió durante un periodo largo: comenzó como un proyecto en el Programa Under the Volcano, con el apoyo de la beca La Güera Trigos (2019), y continuó en el Programa Jóvenes Creadores (2020-2021) del FONCA.
La novela relata la travesía que Ulises tendrá que vivir dentro de la canalización de un río que conduce al mar, motivado por una promesa que le hace a su madre. En paralelo se entreteje la historia de Aura, una niña que desea montar su piñata de siete picos para viajar por el cielo. Ambos personajes están conectados por los hilos invisibles de una hermandad que atraviesa las fronteras de su propia realidad narrativa; la de Ulises como personaje central de la novela y la de Aura, como la protagonista de un cuento.
Una de las características más importantes de esta novela es la voz que narra: el agua que fluye por la canalización del río Tijuana y su ciudad. A través de una narración profundamente poética y cargada de imágenes contemplativas sobre la introspección y la ontología del personaje, el agua no sólo acompaña fielmente a Ulises por el camino de un tormentoso exilio luego de que su madre muera, también es consciente de sí misma, de su historia social y política, de su contexto en una ciudad fronteriza, de su capacidad de transformarse según el estado de las cosas en la trama: como agua dulce que fluye, como torrente, cloacal o la que contiene la basura, la sangre, los fluidos y las lágrimas de una sociedad atravesada por sus problemáticas.
Como lectores amantes de las formas atípicas de narrar, esta novela se nos muestra como un experimento, un texto híbrido, raro o extraño según la autora. Tiene la versatilidad de fragmentarse, algo poco común pero esencial en el cuidado que Rodríguez Ruelas le otorga a cada pliegue narrativo, a esta contención de géneros literarios que sostienen la trama. Hay narrativa, poesía, mito y cuento. Hay intertextualidad: dialoga con otres autores y artistas. Hay versos directos de la poeta Piedad Bonnett que acompañan a los personajes y funcionan como llaves que codifican un momento, una emoción, un conflicto interno. Esta invención nos otorga un diálogo que quiebra las barreras de la ficcionalidad entre la autora, los personajes, las referencias literarias y artísticas y nuestra propia lectura; en otras palabras, nos otorga detonantes para reflexionar.
Nos encontraremos con personajes complejos, vulnerados por la incipiente violencia que experimenta Ulises al pisar por primera vez la canalización. En ningún momento se hace más fácil para ellos sobrevivir al abandono de sí mismos ni al abandono del sistema social. De este modo se van construyendo lazos acrisolados a partir del terror de que caiga la noche y con ella las redadas policiacas, las guerras entre bandos por la dominación del territorio, compartir la dosis de heroína para aguantar el peligro y el silencio que trae lo diurno.
Aunque es de noche es un mapa estelar y terrenal uniéndose a través de la azarosa hazaña por sobrevivir al duelo interno. Ese lugar donde las acciones del antihéroe se rigen por lo que no está dicho, sus carencias, sus miedos y el trauma. Para llegar al mar, Ulises tendrá que echarse a su suerte y transitar. Por eso los personajes que lo acompañan son pocos y, como en la Odisea de Homero, tienen un brutal e inamovible simbolismo para la trama. Funcionan como cartas del tarot y encausan su destino, su predicción: La Perra como un sitio seguro. El Viejo como la guía y el espejo de supervivencia. La Mujer como un símbolo de esperanza y ternura. El Mar como la vastedad con la que el dolor se funde. La Canalización como el preámbulo, el descenso al infierno y el territorio en disputa. La Niña como la antítesis, la carencia y el complemento de Ulises. La Piñata como el sacrificio y la bondad. El Agua como oráculo, el presagio, la intuición y el arropo. Finalmente, El Muchacho, Ulises, como el antihéroe o el niño abandonado que todes llevamos dentro.
Hablar del espacio donde se desarrolla la historia es hablar de su pasado como río y de su presente como canalización. ¿Por qué es tan importante que nuestra generación profundice en este tema? Por la resignificación que han querido hacer de esta parte de la ciudad. Como río, en su pasado, congregó a un grupo de personas para abastecerse de él. Luego, como proyecto de ciudad, se propuso su contención y con esto el desplazamiento de grupos pobres y vulnerables ahí asentados. En su presente funciona como basurero de una serie de problemáticas políticas y sociales irresueltas: como lograr una migración digna (ya que muchos migrantes duermen ahí), la urgencia de salud pública por la crisis de heroína y fentanilo, la marginalidad de las personas en situación de calle, el abuso policial, la contaminación de las aguas, entre muchos otros.
Limpiar la ciudad. Pareciera el lema de estos desplazamientos forzados alrededor del Canal. Sin embargo, el problema existe: “Por eso metieron las máquinas y taparon mis salidas. Cuando quise abrir nuevas venas, el cemento ya había penetrado las grietas. Pero se les olvidó que el agua conoce su tiempo, y que antes de ser canal, fui río”.
Por eso, Aunque es de noche es una lectura de varias tramas que luchan por visibilizarse. La de una ciudad que margina y segrega, la peregrinación de Ulises, la aventura de Aura por el cielo, la de nosotres mismes frente a la indolencia social. Estas historias dejarán de deambular por la canalización, encauzarán sus motivos y dolor para fundirse con la vastedad del mar; su pacificidad, su bondad de agua salada logrará liberarlas de sí mismas.