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Nativas de las calles: al rescate de las plantas originarias del valle de México


Alejandra Hernández Ojendi
Imágenes cortesía de Nativas de las calles 
 

El proyecto surgió durante la pasada coyuntura electoral. No porque Nativas de las calles tuviera relación con partido político o candidato alguno. Simplemente, como una alternativa a los carteles colgados en postes con caras de políticos y a las frases electorales pintadas en bardas. Basura electoral. Era mayo, el mes previo a las elecciones federales en México, cuando Antonio Maravilla, arquitecto paisajista egresado de la unam y difusor de esta disciplina en redes sociales, imaginó una Ciudad de México invadida no por propaganda política, sino por ilustraciones de plantas; específicamente de plantas nativas, es decir, propias de la Ciudad y del valle de México: “Fue así como, a través de mis redes sociales, planteé la idea: ¿qué pasaría si en lugar de este tipo de publicidad las calles estuvieran llenas de ilustraciones de plantas nativas? La publicación la realicé a través de X, tuvo un buen alcance y varios ilustradores me contactaron para participar en el proyecto”, cuenta Maravilla en una entrevista realizada a él y al resto del equipo vía correo electrónico.

A partir de esa convocatoria, surgió la iniciativa llamada Nativas de las calles, que busca dar a conocer la diversidad de plantas nativas del valle de México a través de la pega de ilustraciones en espacios públicos; pues “a través de la ilustración se pueden resaltar las características y la belleza que aportan estas especies al paisaje”, comenta Armando. Se trata de especies que nos suelen pasar desapercibidas: no son pomposas ni exuberantes; más bien, se trata de plantas humildes: “Muchas veces vemos a estas especies creciendo en los camellones o calles de la ciudad, pero las desconocemos, son vistas como maleza”, comenta el arquitecto paisajista.

Pronto se sumaron a Nativas de las calles lxs biólogxs Arath Macías y Sofía Probert, con quien Maravilla ya había trabajado en varios proyectos ambientales y de paisajismo urbano. Así, Armando quedó a cargo de la organización y la dirección de objetivos; Arath, quien además se dedica a la divulgación de los helechos, está centrado en las cuestiones botánicas del proyecto, y Sofía, quien también es artista multidisciplinaria, gestiona y revisa las ilustraciones de las plantas, así como la narrativa visual del proyecto.

Hasta ahora, la difusión de Nativas de las calles se ha realizado principalmente por X e Instagram. Si bien el proyecto no tiene cuentas en estas redes sociales, el equipo ha utilizado el hashtag #NativasDeLasCalles para dar a conocer la iniciativa e ir creando una comunidad. “En esas plataformas se realizó la difusión general del proyecto, la convocatoria para la elaboración de ilustraciones y la invitación a la pega colectiva de las impresiones en calles de la Ciudad de México”, comenta Sofía.


De nativas y exóticas

No son las más bonitas. Tampoco son regadas con puntualidad o podadas con esmero. No habitan un bello parque o jardín. Las plantas nativas crecen en terrenos baldíos, en las orillas de las banquetas, de las carreteras. Se desarrollan ahí prácticamente contra todo pronóstico. Y no obstante, juegan un papel importantísimo en la conservación de los ecosistemas. “Las plantas nativas son aquellas que se desarrollan en un sitio o zona geográfica en particular. Son importantes debido a que facilitan el crecimiento de otras plantas nativas y atraen fauna nativa; asimismo, permiten la infiltración del agua pluvial y mejoran el suelo de sitios perturbados”, explica Arath. El problema de las plantas exóticas es que invaden ecosistemas, mientras que las nativas crecen en sus propios ecosistemas, sintetiza el biólogo.

Ciertamente, todas las plantas tienen estrategias para sobrevivir en los ambientes donde les ha tocado crecer; sin embargo, no deja de sorprender la resistencia de estas especies: “Las plantas nativas que crecen en la ciudad son capaces de desarrollarse en sitios perturbados, generalmente tienen estructuras que les permiten resistir la sequía, por ejemplo”, comenta Arath. Y añade que generalmente se trata de plantas con flores, que suelen presentarse en banquetas, muros y techos de la ciudad. Como ejemplo menciona a la Bidens aurea, conocida como té de milpa, y la Mirabilis jalapa, llamada comúnmente maravilla, cuyas raíces les ayudan a resistir la sequía.

De acuerdo con el especialista, las plantas exóticas nos brindan los mismos beneficios que la vegetación en general, como la captura de carbono o la infiltración de agua, pero resultan muy dañinas para la flora nativa porque la desplazan, provocando muchas veces su desaparición, así como la de la fauna asociada a ella. Además —apunta—, muchas de las especies exóticas que se introducen al valle de México suelen ser agresivas; es decir, presentan un crecimiento rápido y descontrolado. El pasto africano y la jacaranda son ejemplo de ello.

Ante este panorama, resulta crucial familiarizarnos con las plantas nativas que habitan nuestro entorno y tomar acciones para conservarlas. Por ejemplo, sugiere Sofía Probert: “Sembrar plantas nativas en nuestras casas, no especies exóticas invasoras, e ir quitando poco a poco estas últimas, ya que imposibilitan que las primeras crezcan”. Para esto, es clave aprender a identificar las especies nativas y las exóticas, distinguir unas de otras. La apuesta de este proyecto va en este sentido: enseñar a su creciente comunidad a reconocer y nombrar a sus plantas nativas.


Intervenir las calles

La revaloración de estas plantas es una tendencia presente en disciplinas como el paisajismo urbano: “Desde hace tiempo se ha abierto la conversación sobre los beneficios de utilizar especies de plantas nativas en los proyectos urbanos, así como la recuperación o conservación de las que aún existen en parques, reservas y áreas verdes de la ciudad”, comenta Maravilla. Así, el estudio de estas especies representa todavía un vasto campo por explorar: “Las plantas deben ser utilizadas más allá de su estética, se tienen que estudiar sus beneficios ambientales y su capacidad para establecerse en lugares hostiles. Las especies nativas tienen muchas bondades que aún no han sido exploradas y que representan una oportunidad para tener una ciudad más verde”, asegura el organizador de Nativas de las calles.

Hasta ahora, la principal acción de este proyecto ha consistido en la pega de ilustraciones de 50 especies nativas el pasado 11 de agosto de 2024 en calles de la alcaldía Coyoacán. Una intervención urbana que se dice fácil pero detrás de la cual ha habido mucho trabajo y colaboración: convocar a ilustradores y a biólogos especialistas, difundir la pega de las ilustraciones y finalmente intervenir con ellas las calles.

Todo con la finalidad de que los habitantes de esos espacios empiecen a conocer las plantas nativas que los circundan y adquirir conciencia de su importancia.

Para lograr la impresión de las ilustraciones se contó con el apoyo de todos los colaboradores de Nativas de las calles y a través de redes sociales se convocó a una donación para apoyar el proyecto. Finalmente, se recaudaron 15 200 pesos, con lo que se pudieron imprimir más de 300 ilustraciones. Entre las especies que se difundieron se encuentran las conocidas como campanilla, dalia silvestre, frijol ayocote, helecho azul, lirio azteca, oreja de burro, siempreviva copalito, toronjil morado y trompetilla. “La respuesta de la gente ha sido enormemente positiva. Nos quieren ayudar a dibujar, a pegar las ilustraciones, a difundir el proyecto. No hay muchas iniciativas así y la gente está interesada en conocer las plantas y hacer de las calles un espacio para conocer más sobre ellas”, comenta Sofía.

Después de la satisfactoria experiencia con la pega de las primeras 50 ilustraciones, Nativas de las calles sigue. No sólo tienen pensada la creación de un sitio web y la elaboración de un libro, también planean seguir tomando las calles a través de la pega de calcomanías: “Esperamos elaborar constantemente nuevas ilustraciones para visibilizar cada vez más especies mexicanas, incluso de territorios fuera del valle de México”, apunta la integrante del equipo.

A fin de cuentas, siempre será preferible encontrarse en los postes y bardas de la ciudad con la imagen de una planta que con la cara de un político.