Concurso 55 | Huellas / No. 247

Morir, dormir: dormir, tal vez soñar
Fotografía: Primer premio 



En esta serie traté de encontrar las imágenes de uno de mis recuerdos más tempranos y que también es un sueño que regresa constantemente. Sucede en mi infancia, cuando felizmente acompañaba a mis padres a buscar hormigas arrieras (Atta mexicana) entre la huerta de limones. En ese silencio cómodo que no encuentro ahora, las hormigas, infinitamente disciplinadas y eficientes, mueven a su nido sólo flores dulces, como las del limón. Ahora sé que es para cultivar un hongo que alimenta a una sociedad agrícola subterránea e invisible. Pero en el sueño, al final del camino, aparece una inesperada rama del huizache que oculta el trayecto de las hormigas; el olor de muerte del toloache y del folidol (veneno en polvo) se hace más intenso después de quitarla del camino. Encuentro el nido, lo lleno de veneno y regresamos a casa a dormir. A la mañana siguiente, hay un pajarito tendido sobre la hierba junto al nido y mi mamá me dice que se murió de frío.

Ahora que intento que mi memoria y mis sueños tengan imágenes, ¿qué pueden decirme las fotografías sobre la naturaleza de la muerte, mi identidad campesina y nuestras interacciones con otros seres vivos?


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Serie: fotografía digital, 8×10 pulgadas