Caos / No. 222
Malachias Geiger
No sé cómo se cura la melancolía
cuando no queda el consuelo de la bilis negra
ni conjuro a la mano
ni hechicero de cueva ni oráculo de barrio bajo
que te engañe y te cure por cincuenta pesitos
Tengo sólo berrinches de niña en la madrugada
saliva vieja, espuma de mar tóxico que corre entre mis piernas
sin encanto
ojalá fuera mal de ojo
para que la curandera me ayudara con duraznos
a cambio de una promesa falsa o fermentos olvidados
Pero no hay cura. No hay salida.
Aguas negras estancadas como
el río Becerra putrefacto sobre mis espaldas
sin cantos ni rezos ni consuelo de atardeceres ancestrales
ni paraíso perdido ni Edén reencontrado.