CRÍTICA CINEMATOGRÁFICA FÓSFORO/No. 175 |
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De jueves a domingo: una road movie intimista |
Centro Universitario de Estudios Cinematográficos-unam
Premio categoría Exalumno |
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De jueves a domingo
Director: Dominga Sotomayor (Chile-Holanda, 2012) |
En los anteriores trabajos de Dominga Sotomayor se puede encontrar la temática de la separación y los niños, quienes dentro de esa circunstancia la sobrellevan lo mejor que pueden, como en sus cortometrajes Debajo1 y La montaña2 ; o aún la viven, como en Videojuego3 , donde un niño raquetea el tenis virtual de su Wii en constante primer plano mientras la pareja se reparte pertenencias detrás de él, pero el padre no puede llevarse la televisión hasta que su hijo no termine el último set de su juego. A diferencia de Cessna4 , donde el seguimiento documental de la pasión de un adolescente por la aviación y su primer viaje en un avión es retratado con una cámara en mano, en Videojuego la cámara se emplaza en un solo punto, ancla el primer plano del niño y él se convierte en el contrapeso de la pareja que se separa. Ahora, en De jueves a domingo, el estilo minimal y contemplativo de Sotomayor es adecuado para adentrarse y dejarnos percibir la preocupación de Lucía ante lo que se le presenta. Por más que lo haya sabido de antemano, vivirlo en el último viaje de su próxima familia rota es algo que no se espera. Las escenas de Dominga no persiguen a los personajes en sus traslados espaciales, los dejan salir de cuadro y a nosotros suponerlos con el sonido en off (fuera de cuadro). Debajo y Videojuego muestran emplazamientos de lo importante, no aquella casi neurótica necesidad de mostrar todo en exceso. Aquí también la cámara de la cinefotógrafa Bárbara Álvarez espera con paciencia que lo esencial suceda frente a su lente: al inicio de la película cuando Lucía es despertada, le cuesta tanto levantarse que su padre Fernando se la tiene que llevar cargando; salen de cuadro y reaparecen en la profundidad del campo donde está el Mazda 929 con la cajuela abierta, enmarcado por la cama abandonada y la ventana. Ana termina de llenarla con provisiones y le pregunta casi en un murmullo a Fernando: “¿Estás seguro de que quieres que vaya?” Aunque a él en apariencia no le importe mucho, hace que ella suba y el conflicto aborda con ellos para acompañarlos en la travesía. En el reducido espacio del carro, la cámara antifrenética deshilvana los espacios en off de cada escena, descubriéndolos sin prisa al mismo tiempo que Lucía cobra conciencia de lo que pasa entre sus padres, amparada en la inquietud de su hermano Manuel y descifrando sus diálogos entrecortados. Los emplazamientos parten de ella y se desenvuelven como espiral conforme los hermanos piden ir a las termas, dulces de Halloween o que los lleven en el techo del carro. La cámara intimista tampoco se deslumbra ante la apertura del paisaje, prefiere el espacio cambiante entre la familia, aunque a Manuel se le caiga algo del carro, se detengan a recogerlo y desde dentro veamos el machucón que el descuido del padre le ha dado a Ana; la cámara acompaña la alegría de Lucía y Manuel cuando por fin los pasean encima del capó del auto y después ella presencia la álgida discusión de sus padres desde afuera. La presencia de los temas del compositor Manuel Alejandro se ponen de manifiesto cuando Ana hace cantar a Lucía una de sus canciones, como también en el campamento al corear “Quiero dormir cansado”, que abunda sobre la separación, el rompimiento de la pareja, y da pie para presentar esa metáfora visual de la soledad que es el desierto en el que termina el viaje, donde la madre se pierde indignada al descubrir que su esposo tenía todo preparado para vivir solo y Lucía la busca angustiada. Finalmente llegan al destino planeado por Fernando, suben todos a un montículo para ver sólo la extensión del desierto y darse cuenta de que no vale más entretenerse allí, mejor irse de una vez porque Ana sigue molesta, aunque más calmada. Fernando los apresura y se detiene un momento para regalarles de nuevo el viaje en el capó a los niños, pues es posible que sea la última vez que lo hagan o, al contrario, una de tantas más porque “querer dormir cansado y no despertar jamás, querer dormir profundamente y no despertar llorando, con la pena de no verse” se asemeja a ese desierto del que mejor huyen con los acordes de esta canción final en version acústica que acompaña su regreso. Sencilla, sincera, con economía de emplazamientos como decisión narrativa, Dominga Sotomayor y su equipo vuelcan el road movie hacia la mirada infantil sorprendida, temerosa, con una conmovedora historia sobre “una niña que se debate entre estar consciente de lo que pasa con sus padres y querer ser niña durante un viaje”.5 |
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3 Videojuego (Chile-España, 2009). 4 Cessna, en el Canal Cinestación en Vimeo <https://vimeo.com/productoracinestacion>.
5 “Thursday through sunday”, por Mark Adams, crítico de cine en jefe de Screendaily.com <http://www.screendaily.com/RegisterAccount.aspx?http://www.screendaily.com/reviews/the-latest/-thursday-through-sunday/5037214.article>. |
Julián Pensamiento (Ciudad de México, 1972). Estudió guión y realización en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la UNAM. Escribe análisis y reseñas cinematográficas en el blog filmofilias.blogspot.com y mantiene la cuenta de Twitter @jpensamiento. Alterna su trabajo con producciones independientes de tipo documental, así como para instituciones públicas y de salud. En 2011, su reseña sobre la película El cazador (Irán-Alemania, 2010) fue premiada en el 1° Concurso de Crítica Cinematográfica Fósforo. |