CRÍTICA CINEMATOGRÁFICA FÓSFORO / No. 185


 

El grito silente de Ituzaingó.
P3DN3J05 de Raúl Perrone



Adrianna Maldonado Montelongo

cch azcapotzalco


Premio categoría bachillerato
 
 

P3ND3J05
Raúl Perrone
(Argentina, 2012)


14-maldonado.jpg“Vos sos un pendejo”, nos dice Perrone al hablar de los callados. Cumbiópera de realidades. La poesía de la negación, el escape y el instinto. Los hijos de la consecuencia, las oportunidades caídas y el encaro con la muerte.

La resucitación del cine silente nos hace escuchar gritos ahogados, el encierro del joven habitante rodeado de transeúntes incrédulos y gastados que convierten en silencio la naturaleza humana.

El tiempo es irrelevante, las mañanas se tiñeron de blanco y negro en un formato de 4:3, elementos que inmediatamente nos despiertan nostalgia para enseguida comenzar el performance visual y musical (música a cargo de DJ negro Dub, Nomenombres Wey y hasta Puccini).

Sus ojos en primeros planos, tan reveladores como espeluznantes, nos recuerdan a una flama entre apagada y prendida; entre viva y muerta.

Cuadros que enmarcan la elegancia de la clase obrera y el encanto que da el amor de una mirada furtiva al adolescente cuyo deseo comienza a cobrar vida. Con ese vaivén de suspiros al ritmo de canciones que a partir de ahora serán icónicas, en su mente y en las nuestras, dándole sentido a un pobre flaco de catorce años.

La muerte continúa con su persecución y sigue su paseo por las rampas para patinar. La concepción es la consecuencia, mas no victimiza a los personajes. Prefiere presentarles las virtudes de la desgracia, y muestra una visión que no necesariamente toma partido o una opinión concisa del sector de la población del que se habla. Lo abraza como necesidad para continuar creciendo.

Desde otro ángulo se observa la irónica y algo paradójica imagen del muerto viviente: críptico, con vitalidad y con aprehensión a la vida, está entre sombras pero dirime el conflicto de la existencia cuando se es joven. Las almas en sobreimpresiones simulan liberación y el abandono al cuerpo para convertirnos en nómadas de espíritu; en un incesante recuerdo del final o quizá, del principio.

La torpeza que causa la inexperiencia del actor que se va formando durante el rodaje vuelve los cuadros más personales y espontáneos. Se lleva a cabo una conversación en directo con el espectador a través de miradas perdidas en el espacio para convertir la narrativa en un momento de roce personal con la ficción.

Intentar comparar P3ND3J05 con trabajos anteriores de Perrone resulta inútil. Así como cuenta con aspectos que caracterizan el trabajo del director (más bien refiriéndonos a detalles técnicos), también nos da una visión totalmente revolucionaria del trabajo del Perro Perrone a partir de la recreación total de su misma percepción de temas sociales.

Presenciamos una historia que trabaja de la mano con la musicalización. Se tendría una interpretación totalmente diferente si la música no hubiera sido estratégicamente colocada y escogida. De los ritmos latinos a una que otra pieza clásica, la música guía e incluso pasa por encima del poco texto con el que cuentan los intertítulos presentados en algunas escenas, sólo para hacerlas más explícitas.

Escenarios crudos propios del neorrealismo, travellings de viaje y con un gran contenido de denuncia social sin caer en el lugar común de la queja sin virtud de una juventud heterodoxa. La película encuentra en la marginación de las contraculturas la posibilidad de permanencia y el encaro personal.

P3ND3J05 es un poema mimético repleto de interpretaciones y de historias escondidas. Una incitación al cuerpo con una fotografía lírica cruda, pero recatada al ser fiel, durante sus ciento cincuenta y siete minutos de duración, a la visión propuesta desde el primer instante de vagancia existencial y presencias corrompidas por la vulgaridad de una ciudad atacada por la indiferencia.

Si bien hay una hegemonía y un eje conductor durante los diversos cuadros el final se considera etéreo, como la vida misma, con el estanque y la continuidad que dan los días con un sol infernal. La presencia de lo ambiguo es acertada, mas no consta de la precisión que se nos presentó durante los tres actos; esto, por supuesto, no hubiera sacrificado la poética del filme.

Separamos P3ND3J05 del cine experimental, y hasta de la misma trayectoria de Raúl Perrone, ya que completa con asertividad un ciclo de innovación que tomó el trabajo en conjunto de la musicalización y la dirección para generar uno de los puntos más plausibles que lograron concebir el texto en una misma danza.

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Adrianna Maldonado Montelongo (Ciudad de México, 1996). Cursa el cuarto semestre de bachillerato en el Colegio de Ciencias y Humanidades Azcapotzalco. Cursó un año del Bachillerato en Artes en la Escuela de Iniciación Artística del INBA. Actualmente está inscrita en el seminario de la Filmoteca de la UNAM “Hacer Cine”, impartido por Alfredo Barrientos, y en el Taller de Guión Cinematográfico a cargo de Luis Antonio Razo, ambos con sede en el CCH Azcapotzalco.