EDITORIAL/No. 193



Esta edición, dedicada a la segunda entrega de trabajos premiados en el Concurso 46 de Punto de partida, abre con dos autores contemporáneos, cuyos poemas interactúan a manera de contrapunto en nuestro Árbol Genealógico: el mexicano Rodolfo Mata y el quebequense Stéphane D’Amour, a quienes agradecemos su generosa colaboración.

En cuanto al dossier de textos e imágenes acreedores de premio, empezamos con los ganadores en Cuento Breve, dos piezas que comparten un registro de humor e ironía: el irreverente “Putete”, de Enrique González Cuevas, y “Please Be Hot”, de Martín García. En Crónica, el jurado eligió dos textos de temática urbana y estilos disímbolos. Por un lado, “El Batman que pobló el Centro Histórico con superhéroes” da cuenta de la génesis y evolución de un oficio producto de la crisis económica de los años noventa en la Ciudad de México: el de superhéroe, gremio que llegó a instalarse en las calles del Centro para ofrecer sus fotografías. Por el otro, Saúl Sánchez Lovera —ganador del mismo premio el año pasado— presenta en “Reinas” un retrato de la actuación de un grupo de drag queens en un bar de la ciudad con una mirada distanciada a la vez que empática, lejos de la estigmatización.

Publicamos también los textos ganadores en Traducción Literaria: “Cinco poemas de Kim Addonizio”, una selección novedosa de la obra de la poeta estadounidense, en versiones de Martha Rodríguez Mega; y la traducción de David Murra a tres microficciones del francés Régis Jauffret. En Gráfica, “Postales mayas”, serie en serigrafía que destaca por su visión estética y su factura, de Blanca Alaníz; y “Desoladas alegorías para un mundo de apatía”, gráfica digital de Balam Celedón.

El número se complementa con los poemas de Juan de Dios Porto, la minificción de Alonso Núñez, el análisis de Rodrigo Martínez a La princesa Kaguya, filme del realizador japonés Isao Takahata; y la reseña de Olivia Teroba a Melville en Mazatlán, ganadora del noveno concurso de crítica teatral convocado por Teatro UNAM. A manera de discurso visual, incluimos el espléndido trabajo fotográfico de Carlos León, quien imbrica en distintas series realidad y ficción y logra con fortuna crear una narrativa gráfica que involucra al espectador en una trama y atmósfera por demás inquietantes.

Como cierre de este comentario, invitamos a nuestros lectores a participar en la nueva edición del concurso, que podrá consultarse a partir de octubre en la página electrónica <www.puntodepartida.unam.mx>.

Carmina Estrada