Editorial / No. 216


“¿Acaso ustedes no memorizan un poco de poesía para parar la masacre?”, escribió el poeta palestino Mahmud Darwish a los extraños que lastiman la tierra con bestias de metal. Aunque de origen lejano, sus versos tocan heridas todavía abiertas en múltiples latitudes y generaciones. Los conflictos en nuestra tierra no cesan, como tampoco cesan sus repercusiones en nuestra vida personal. Para muchos, leer o escribir es una pequeña tregua ante el horror, un espacio para expresarlo y, quizá así, conjurarlo.

Punto de partida llega a su edición 216 con un número dedicado a los TIEMPOS DE DESENCANTO. Ytzel Maya abre este dossier con “El lugar del encuentro es sólo tiempo”, un ensayo sobre una tragedia contemporánea: desaparecer en la búsqueda de una vida mejor. En su texto, la autora enuncia las dolorosas experiencias que han fracturado la vida de La Madre latinoamericana. Le sigue “Generación”, un poema en dos tiempos de Eduardo Lima Águila, impregnado de desaliento y promesas: el uno a causa de las otras. Continúa la voz de Gabriela Ardila con versos que reclaman a la muerte su injusto trueque: se lleva todo, salvo el dolor que la ausencia instala. En “Dos episodios sobre la tristeza”, Gonzalo Gisholt Tabayas ofrece una breve autopsia de la melancolía y los pasos a seguir para disipar la tristeza. A los poemas “Melodía de Costanera” de Roberto Urra y “Costas de Midway” de Kevin Aragón Salgado no sólo los une la similitud en los títulos: ambos son un lamento del “progreso” y de su acelerado paso. “Alta costura” es un cuento de Atenea Cruz en el que narra con un humor preciso la historia de una pareja emprendedora, aunque un tanto macabra. El dossier cierra con “Transeúnte”, poema de Jeraldi Rosas; sin duda, muchos citadinos habituados a la masa urbana se sentirán reflejados en él.

En esta ocasión nuestras páginas se adornan con la primera entrega de los resultados del Concurso 50 de Punto de Partida. La coincidencia no es poca: los cuatro cuentos galardonados narran historias muy desencantadas. Felicitamos a Claudia Tepale Medina, primer premio en Cuento Breve por “Éxitos del ayer”, y a Xóchitl Natividad Juárez Alarcón, autora de “Carta que se encontró a un ahogado”, ganadora del segundo. En la categoría Cuento, el primer premio corresponde a José Daniel del Toro Martínez por “El ropero”, y el segundo a Alonso Marín Ramírez por su relato “Ricky Randy Johnson contra los pájaros volando”. Entre los textos se encuentran los ganadores del primero y el segundo premios en Fotografía: Rodrigo Addí, con la serie “Memento mori”, y Ernesto Ramírez, con “Fervor ETERNO”; ambos trabajos, narrativo y documental respectivamente, son notables.

Al dossier de los galardonados le sigue Carrusel. A Cuentagotas llegan cinco “traducciones” poéticas del ladino al castellano, fragmentos del “Pequeño diccionario sefardí” de Andrés Piña. Heredades está dedicado a una pérdida muy reciente, la de Agnès Varda; en su ensayo, Natalia Durand habla de la deriva como el gran detonador creativo de la cineasta. En este número, Entre Voces surge de una colaboración con la revista inverösímil, proyecto que es parte de la segunda generación de Piso 16. Laboratorio de Iniciativas Culturales UNAM. En Bajo Cubierta, Jorge Bladimir Rodríguez Guerrero y Sara Odalys Martínez nos invitan a descubrir la obra de dos autores jóvenes —Cruising Morelia, de Erik Moya, y Mañana tendremos otros nombres, de Patricio Pron— que exploran las maneras en que las nuevas generaciones establecen relaciones afectivas y sexuales.

“Los Restos” es el cómic de Nĕcoz Alenky que ocupa las páginas de Tinta Suelta, un microrretrato de una sociedad en la que los límites entre la indiferencia y la impotencia se difuminan. La postal de este número estuvo en manos de Shakti González y bajo la pluma de Jair Ortega, autor de la minificción “Lágrimas”. Esperamos que este pequeño objeto lleve lejos a Punto de partida. A los textos los acompañan interpretaciones visuales muy originales del desencanto, desde los detallados escombros de Marisol Cosmes Guzmán, los dibujos de Aurora Be DeErre y Carlos Cuevas, los collages de Aurora Quiterio Núñez, hasta la fotografía análoga de Rodrigo Custodio. A todos ellos, artistas talentosos, les agradecemos compartirnos su trabajo.

En las páginas siguientes podrán conocer el trabajo de todos estos jóvenes. A la manera de Baudelaire, los invitamos a embriagarse de literatura, fotografía o gráfica para sobrellevar estos tiempos de desencanto.




Aranzazú Blázquez