Tiempos de Desencanto / No. 216
Transeúnte
A veces sólo soy una transeúnte:
cruzo calles, esquivo personas, evito
miradas; cautamente trajino
por abigarradas muchedumbres.
Me detengo a esperar que los semáforos
parpadeen, que el humo se eleve
por encima de las antenas.
A veces, la noche redondea las sombras
de los edificios, yo, entonces,
me tranquilizo, elevo la cabeza
hacia un cúmulo de estrellas opacas.
Sólo soy una transeúnte
que habiendo culminado una estéril
jornada aún cree tener que evadirse
y ocultarse en un urgente anonimato.