Editorial / No. 231
Comienza el segundo año de la segunda década del segundo milenio, y el tercero de esta pandemia que no da muchas señales de ceder. Pero como decimos: “al mal tiempo buena cara”, así que, para no soltar tan rápido el buen ánimo que nos da el descanso, elegimos dedicar esta primera edición del 2022 al PLACER.
El cuerpo es el lugar predilecto de este número. En el dossier encontrarán textos que transmiten el gozo a partir de lo que se mira, del olfato, del movimiento o de la quietud absoluta. Además, destaca una perspectiva crítica, si bien no en todos los casos explícita, que da cuenta de que esta generación se aproxima al goce desde la duda, desde el feminismo o cuestionando las imparables exigencias de producción del sistema. Quienes escriben en estas páginas hablan de defender el placer por sí mismo y de la libertad para elegir sus formas. Sin duda, es una marca de una generación que lo está pensando y sintiendo desde otro lugar.
Para quienes todavía tengan las vacaciones en la piel, y para no dejarlas atrás tan pronto, el poema “Estoy tirada al sol” de Jimena García García les devolverá la calidez de la arena y el mar. Continúa el cuento “Esther”, escrito por Saraí Ramírez, cuya protagonista es una niña que, a pesar de los regaños, goza la rebeldía y lo prohibido. Le sigue la prosa potente del relato “Tres cuerpos y una perla”, de Iberia Muñoz, un viaje de renacimiento marcado por la memoria del cuerpo y una profunda relación con el agua.
El primer ensayo del dossier es “Notas al margen [de una conversación]”; su autor, Héctor Sapiña, afirma que para él, a diferencia de muchos, el placer en torno a un objeto de estudio es prescindible. “Un morro de Grindr cuyo nombre no recuerdo” es un poema erótico de Mario Alberto Santoyo; su tono carnal da paso a la obra de teatro “Cosas que quiebran la mente”, de Guly Miller, en la que su protagonista, Luna, navega entre los recuerdos de sus experiencias sexuales buscando su propio y auténtico placer. La duda frente a lo normalizado continúa y se convierte en crítica en el ensayo “Vello púbico, domesticación del placer femenino”, en el que Silvia Santaolalla cuestiona las normas estéticas que la sociedad impone a las mujeres para el disfrute ajeno.
Después siguen dos poemas: “Con esto que muevo”, de Julia Ivalú, que transmite el ritmo seductor de un cuerpo en estado de goce; y “Floreces”, de Alejandro Sánchez Cancino, que traza con ternura una figura de la calma. El último cuento, “Estampas”, escrito por Lucero de la Fuente, nos lleva a Mérida con la mirada enamorada de la protagonista y la de Sásil, su amiga de la infancia, quien, por el contrario, sólo tiene ojos para la defensa del agua. Cerramos con una “Apología del perezoso (o todo sea por descansar)”, un ensayo de Alec Montero sobre el deleite de no hacer nada, y que manda un guiño irónico al echaleganismo y la meritocracia, tan populares hoy en día.
El Carrusel inicia con una minificción de Ofelia Ladrón de Guevara, la historia de varios días arruinados por un detalle matutino. En Heredades, Eduardo Cerdán delinea con cariño y admiración un retrato de la personalidad misteriosa de la escritora Amparo Dávila, a partir de la charla y la anécdota. Agradecimientos especiales a Luisa Jaina Coronel Dávila por su generosidad y las fotografías que acompañan este trazo biográfico. Para esta edición Mariana Brito Olvera entrevistó a la escritora y tallerista Marisabel Macías, quien ha hecho suyo, desde una postura feminista y filosófica, un tema todavía tabú en algunos círculos literarios: la escritura erótica y la ética del placer. Macías también es autora de Las hedonistas. Mujeres que narran placer y deseo, libro de relatos que Miranda Campos reseñó para Bajo cubierta. En la misma sección le acompaña Guillermo Fajardo, con un texto sobre la “imaginación pura” de los Cuentos completos, de Leonora Carrington. En Tinta Suelta encontrarán un divertido cómic hecho por Balam Tzibtah.
Va también nuestro agradecimiento a Celina Huús, Isabel Rivera, Andrea Honni y Adrián Nóguez por su trabajo gráfico, y a César Cuevas, Diego Tapia y Carlos Mora por sus fotografías.
El equipo de Punto de Partida les desea un feliz y próspero 2022.
Aranzazú Blázquez Menes