Placer / No. 231

Floreces
 
                                                        A Ileana

Si buscaras, acaso, los hilos
que sostienen los pétalos
soberbios de las flores,
con sus ganas espectrales
de ser divisadas,
encontrarías una corólica tragedia
nunca antes vista,
nunca antes reventada
en el pecho de la calma.

Hoy
que se enrede la tierra.

Las tardes que masticaban la banqueta
me han otorgado una tregua.

Hoy
amarraste tus venas más moradas
a este trueno sordo.
Obsequiado botón que desabrocha
con su carne invisible la luz
de los días que no esperan.