Caos / No. 222

11:12


I

Para mí es normal llegar a casa
y encontrar a mamá limpia y dormida
entre sus colchas grises —desgastadas—
y el rechinido del ventilador.

¿Todo en orden?, pregunto al gato mudo
que acicala su pecho con mesura
debajo de la cama. ¡Todo en orden!,
digo yo. Y me tranquilizo y vuelvo
a ver la hora: son las 11:11.



II

También es normal reírnos de todo
aquello que nos duele. Tal vez la ausencia
es el pan de nuestra mesa de chistes;
el minuto adicional del reloj.