Editorial / No. 228




Las creencias son el mejor ejemplo de aquello que nos une y separa; marcan nuestra identidad, el sentido de la vida y la muerte, y cómo nos conducimos y relacionamos. Su importancia es innegable, y revela que la mayor dificultad de la condición humana es convivir desde esa diversidad radical, pues habrá tantos CREDOS como personas. Los textos y las imágenes que conforman esta edición son elocuentes en cuanto a lo que una generación piensa y siente respecto a ellos. Destaca el desencanto de las religiones y una tendencia a la iconoclastia; también se retoman las creencias populares y la búsqueda de otros modos de comprender nuestro lugar en el mundo.

Algunos autores hablan sobre cómo lo intocable se vuelve cuestionable. Es el caso del ensayo “Qué incómodo es creer” de Rodrigo Rivera Vázquez, quien desde su experiencia reflexiona sobre los conflictos que genera la contradicción entre la espiritualidad personal y las prácticas institucionales de una fe, o el cuento de Hugo Labravo, “Los habitantes de las estrellas”, en el que narra la historia de una civilización deslumbrada por la lectura de los astros, tanto que llega al extremo de controlar cada instante de su existencia y perder el horizonte. En una línea parecida, Yuliana Rivera hace en su ensayo “Del sueño, las pesadillas y metamorfosis” una lectura de las manifestaciones del inconsciente en el plano onírico como un indicador de que son nuestras acciones, y no el destino ni los designios divinos, las que han convertido esta tierra en un infierno.

Otras colaboraciones coinciden en la inevitable necesidad de encontrar algo en lo que creer, como el cuento “Pintar una casa” de Emanuel Bravo Gutiérrez, que recuerda cómo en un contexto capitalista es muy fácil aprovecharse de la vulnerabilidad emocional de las personas. El ensayo “Del ateísmo a la astrología”, de Joaquín Martínez Terrón, interpreta el éxito de la astrología como una alternativa para comprender las relaciones humanas y los sucesos, fenómeno en parte derivado de la desconfianza actual en las religiones monoteístas y de una ciencia poco cuestionada. Frente a ese desamparo, Dianna María Castañeda voltea la mirada hacia las “Pequeñas cosas” que nos pueden devolver la alegría que los “grandes intereses mundiales” nos arrebatan día con día.

También encontramos ideas variadas sobre el tema. “Génesis” es un poema de Pablo Feram sobre el acto creador desde la perspectiva del artista, una travesía de abstracción que va de lo más complejo de la naturaleza hasta las formas más simples. El poema de Emi G. Canchola, “Omniausente”, es un reclamo ante el abandono de las manos en las que nos dejamos, mientras que el de Jonathan Mirus, titulado “Deslumbre”, sitúa la luz y la calidez del sol como lo que rige el ritmo de los días. Itzel Espinosa Fuentes es autora de “La cincóatl”, un cuento cuyo argumento son las creencias populares en torno a la maternidad, y Ofelia Ladrón de Guevara nos comparte “El despunte”, una narración en la que el ritmo de cada corte acompaña la incógnita sobre el azar, el destino y todas las posibilidades que esconde un solo movimiento.

En Cuentagotas los poemínimos de Diana Verónica Olivos Mata juegan con el sentido del tiempo y de lo divino con un toque de ironía. Heredades es un homenaje doble al historietista y guionista Francisco Haghenbeck: un texto de Axel Alonso y retratos hechos por Jorge Ponce al estilo del cómic reflejan lo entrañable que fue el autor para la comunidad de la novela gráfica. Para Entre Voces Amanda Castro entrevistó a María Paola de la Torre, quien ha dispuesto sus oídos, su energía y sus manos para continuar la labor de las parteras tradicionales en América Latina. En Bajo Cubierta la primera reseña es “Sin espacio en la memoria”, de Miguel Ángel Reyes, y la segunda, de Carolina Ulloa, es sobre la puesta en escena de Una niña es una cosa a medio formar dirigida por Juan Miranda, una adaptación de la novela homónima de Eimear McBride. Tinta Suelta presenta un cómic de Yokebed Islas titulado “Un ciudadano del mundo”.

En la parte gráfica, que resalta también por su tono iconoclasta, pagano en algunos casos, y documental en otros, contamos con obras de Frida Sánchez Ríos Abarca “Berkanas”, Blanca Alaníz, Carolina Caballero, Yola Reyes, Valeria Cordero Yunes y Amaya Salinas Giner.

Los credos se mueven como el oleaje, y en ese ir y venir las personas se reapropian de ellos, los actualizan o los rechazan. Y ustedes, ¿en qué creen?

Aranzazú Blázquez Menes