Carrusel / Entre voces / No. 230

Mi Valedor, la revista de las voces callejeras



Perla Mónica Castro Cruz
Entrevista y fotografías

No tengo tiempo de cambiar mi vida.
La máquina me ha vuelto una sombra borrosa
y aunque soy la misma tuerca que han negado tus ojos
sé que aún tengo tiempo para atracar en un puerto.
Rockdrigo González, “No Tengo Tiempo”.

 



Cuando se tiene la calle como hogar la exclusión es algo de la vida cotidiana. Según el Censo de Población y Vivienda del INEGI, en 2020 existían aproximadamente 194 mil 248 personas viviendo en alojamientos de asistencia social en México, de las cuales 3 mil 907 eran personas que formaban parte de la población callejera.

Mi Valedor es una iniciativa social y cultural que, desde hace seis años, brinda apoyo en la Ciudad de México a las personas en situación de vulnerabilidad trabajando con ellas en la realización de una revista donde se recopilan sus voces, sentires y opiniones. Arturo Soto, editor de fotografía y director de comunicación de Mi Valedor nos cuenta acerca del proyecto.


Fotos de Perla Mónica Castro Cruz¿Cómo y con quién trabaja Mi Valedor?

Arturo Soto (AS): Nosotros trabajamos principalmente con personas que están en situación de calle, pero también con migrantes, refugiados, con personas que están en situación de desempleo, que tienen alguna discapacidad física o personas de la tercera edad, a las que llamamos valedores. Buscamos apoyar sectores específicos de la población que sufren exclusión y que, a consecuencia de ello, no pueden conseguir un empleo y no se pueden insertar completamente en la sociedad.

La iniciativa no sólo ofrece una oportunidad de ingreso, también genera la posibilidad de hacer vínculos comunitarios, porque la verdad es que la exclusión, sea la que sea, pero pensando por ejemplo en la situación de calle, no sólo limita las posibilidades de generar un ingreso, de tener un techo, sino que te segrega.

Lo que buscamos con el proyecto de Mi Valedor, sobre todo con talleres, recorridos, visitas culturales y otro tipo de actividades, es volver a integrar a las personas que por culpa de un sistema capitalista terminan siendo excluidas. Siempre tenemos las puertas abiertas a las personas que deseen formar parte de una comunidad sana a través de la cultura. Además, hacemos brigadas de reclutamiento en puntos específicos de la ciudad: en albergues, en zonas donde sabemos que hay concentración de población callejera y también a partir de la voz de nuestros seguidores que se va corriendo y van invitando gente para unirse al proyecto.


¿En qué consisten los talleres que imparten?

ASImpartimos talleres relacionados al arte y la cultura: recorridos fotográficos, de dibujo, de expresión literaria; también otros que les ayuden a generar habilidades para posteriormente conseguir un empleo, pueden ser relacionados a finanzas personales, administración y ventas. También les ofrecemos servicios relacionados al bienestar personal como ayuda psicológica, pues creemos que resolver la situación de calle requiere pensar cada caso tanto de manera individual —porque todas y todos responden a situaciones completamente distintas— como de una manera integral.


¿Cómo participan los valedores en la revista?

AS: A los valedores siempre los consideramos dentro de la producción de la revista. Como parte de los talleres y recorridos culturales, ellos toman fotos y escriben textos que, en conjunto con el equipo editorial, vamos puliendo, editando y seleccionamos lo que formará parte de la publicación impresa. Ese material, además, convive con producción fotográfica y literaria de autores reconocidos. Hemos tenido grandes fotógrafos y escritores como Juan Villoro en las páginas de la revista.

En cuanto al contenido no tenemos una limitante, los valedores pueden aportar libremente lo que consideren que funciona para la edición de la revista. Se les indica cuál va a ser el tema de la siguiente edición y, ya sea que ellos hagan recorridos fotográficos por su parte o los hagamos en conjunto, cada quien fotografía lo que crea pertinente.

Siempre hay que ser respetuosos con la mirada de cada uno. Se trata de guiar en sentido técnico, pero respetando lo que deciden retratar. Yo siempre les digo que cuando salgamos a recorrido fotográfico capturen lo que les parezca interesante, lo que les llame la atención; y eso, finalmente, es muy subjetivo.

En cuanto a los textos, ellos pueden escribir sobre experiencias personales que estén atravesadas por el tema que corresponde a la revista o, por ejemplo, hacer una reseña de algún libro que les hayamos prestado para que lo lean y escriban sus impresiones. O quizá sobre alguna película o un disco. El espectro de participación de los valedores es muy amplio, ellos deciden con qué quieren participar.


¿Consideras que la revista ha impactado en la sociedad en general, más allá de la influencia en las poblaciones vulnerables?

AS: Hemos tenido situaciones bastante interesantes más allá de que a los valedores les haya ayudado a generar vínculos y un ingreso adicional. Creo que muchas personas nos tienen en el mapa y respetan nuestro trabajo porque siempre hemos intentado apoyar a las personas en situación vulnerable de una manera digna. Pero también nos queda claro que mucha gente piensa que todos están ahí por la misma razón, lo cual no es así, la situación de exclusión responde a muchísimas causas que son distintas para cada persona.

Fotos de Perla Mónica Castro Cruz

¿Cómo perciben que ha afectado la pandemia de covid-19 a las poblaciones vulnerables?

AS: A raíz de la pandemia la situación de exclusión se ha agravado, muchas personas perdieron sus empleos y no pueden conseguir un trabajo tan fácilmente. Sí han crecido las estadísticas de las personas en situación de calle en la Ciudad de México.

También ha habido contagios en personas que están en una situación muy vulnerable y que no tienen acceso a servicios de salud gratuitos. Para poder obtener la vacuna se necesitan documentos, y muchas de las personas que están en situación de calle no tienen ni siquiera una identificación, por lo tanto el proceso es mucho más difícil; muchas más tampoco tienen acceso a los medios tecnológicos para hacer un registro previo por internet.

Igualmente existe un problema de desinformación. Aunque ahora hay campañas específicas para apoyar a poblaciones callejeras, el nivel de información no es el mismo que para el resto de la gente, por ello desconocen qué vacuna les va a tocar y, en general, qué es la covid-19.


La revista busca retratar la vida de la ciudad y, en particular, la vida cotidiana de las periferias. A Mi Valedor le interesa que sus lectores volteen a ver a esos otros que a lo largo de la historia no han sido representados en los medios pero que tienen mucho que decir.

Francisco González es una persona en situación de calle que actualmente está refugiada en un albergue de la Ciudad de México y que ha encontrado en la revista una nueva forma de entender la vida. Él nos platica sobre su experiencia siendo valedor, sus ambiciones, sueños y su lucha del día a día.


¿Qué ha significado para ti ser parte de Mi Valedor?

Francisco González (FG): Cuando hablamos de gente en situación de calle lo que automáticamente te viene a la mente es que “es menos”, “es pobrecito”, todo menos que tenga más talento que tú; la gente casi no está a la idea [sic] de que te puedes encontrar a una persona en situación de calle que puede hablar más idiomas que tú, que puede tener una licenciatura, que puede tener más experiencia que tú.

A veces, cuando yo ofrezco la revista les digo que es una revista callejera, pero no por decirles que es de calle quiero que piensen que es menos, quiero que vean que ahí también hay talento, que hay ganas de vivir, hay ambición; es para que la gente vea que la calle no nada más es vicio y ocio, sino que también habemos quienes queremos luchar y salir adelante, y esto es una muestra de ello.


¿Has hablado de la revista con otras personas?

FG: En México tenemos un problema: la gente casi no voltea a ver el arte como una opción de vida. Entonces cuando les hablas del proyecto, muchas personas muestran indiferencia, y esa indiferencia es la que tú puedes ver en la sociedad chilanga. La gente que viene de otros países o del norte, lo primero que ve es mucho indigente, ese problema es de los chilangos nada más, y así como dicen en la revista, ellos son también la solución. Pero cuando tú les hablas de las personas en situación de calle, la gente lo ignora, es como una falta de interés hacia su propia cultura, al lugar donde viven.


Fotos de Perla Mónica Castro Cruz ¿Mi Valedor ha representado un ingreso económico para ti?

FG: Sí, pero te voy a decir que las personitas en situación de calle no necesitan la revista para generar dinero, ellos, con la pura labia o escupiendo fuego: hay muchas formas de ganar dinero. Pero digamos que esta revista te da estatus, que sí, eres calle y lo que quieras, pero como que ya traes un proceso que va hacia la inserción social y laboral. Y está chido porque a veces la bandita que está en la misma situación nos mira con respeto, con admiración: “yo quisiera ser como ese compa”.

Aunque sí es un poquito complicado porque para ser parte de Mi Valedor tienes que dejar el vicio allá afuera, tienes que entrar a convivir aquí, con la banda, sanamente. Para venir hace falta mucha fuerza de voluntad y querer conocer a otras personas que te quieran ayudar. Eso es lo que pasa con Mi Valedor: para estar aquí tienes que desprenderte de tus viejos hábitos y empezar a adquirir nuevos o diferentes.


¿Cuáles son tus proyectos en puerta?

FG: Ahorita estoy viendo cómo le voy a hacer para entrar a la universidad, eso es lo que me está ocupando, mi idea es estudiar aun en situación de calle. Yo estoy con la idea de trabajar con las energías renovables, hay una oportunidad de que entre a la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, en la que tienen una licenciatura que se llama Aprovechamiento de Energías Renovables. Son cinco años. Esa sería la primera opción, y si no, pues alguna que tenga que ver con eso, con el campo de las energías renovables.