Suerte / No. 232
La rueda de la fortuna
Inconvenientes de la adivinación
Cuando era niño
aprendí a descifrar el andar de las hormigas.
Supe que cargaban el peso del mundo
cuando en la pared dibujaron una grieta
y la casa se cayó a pedazos.
Escritorios cerrados
Mi madre guarda en su escritorio
un juego de cartas que nunca aprendió a leer.
Nunca las puso sobre la mesa
para decirle a mi padre
que mi abuelo iba a morir.
Mi abuelo simplemente decidió morirse
y dejar en su escritorio un testamento pendiente
y la promesa de la resurrección.
Anuncio clasificado
Leyendo el periódico encontré un poema:
Se murió un vendedor de pianos
cuando trataba de subir uno al quinto piso
de un complejo departamental.
El vendedor de pianos
odiaba a Schubert.
Escritorios abiertos
Guardo en el escritorio
una hoja en blanco
para los poemas
con los que habré de ganar
o no
algún premio.