Efectos colaterales / No. 233
Mercado bursátil
Para Yuriria
Me hablas de tus últimos días,
de lo cansada que estás, aunque apenas es martes,
y lo difícil de aguantar sola esta cuarentena
mientras los millonarios se preocupan por su varo
y en los noticieros insisten en que nadie debería estar fuera,
aunque para mucha gente sea imposible
afortunadamente no para nosotros,
y usamos el tiempo para imaginar que la bolsa
y los mercados internacionales
son como nuestros sentimientos
como adolescentes acostumbrados a la inercia de la felicidad
y a la velocidad del crecimiento en valor de las acciones,
de los dividendos del trabajo asalariado
adolescentes que cuando están tristes o asustados
prefieren la liquidez de las lágrimas o el efectivo,
pues quizá ahora todo siempre vaya para abajo
incluso en Google descubrimos un índice
que calcula el miedo de las fluctuaciones
y que en Guayaquil los cuerpos de las gentes
se pudren en las calles
la sabiduría (según el poeta)
consiste en no cerrar los ojos durante la caída:
No olvides respirar profundo, amor,
y disfrutar de los días, a veces
resistir también es perder
y yo me pregunto ¿qué vas a hacer tan sola hoy?
yo sólo quiero estar con vos,
sólo estar un rato más con vos