POESÍA/No. 172


 

Postales desde el fin del mundo



Herson Barona

 
 

This is the way the world ends Not with a bang but a whimper.

T. S. Eliot

  


Finismundi


a

La ruta de nuestra imaginación
se dibuja
con las palabras
que están adelante
de la última palabra
esperándonos a pronunciarlas.

b

El mapa de este mundo
termina
         en mi futuro polvo:
El desierto de mi olvido.

c

El mundo se extingue
como animal salvaje
y fuego doméstico,
como el refulgente cuerpo
de una mujer con labios rotos
en la fosa común de los besos muertos.
Mapa de todas las voces apagadas.

d

Cuando el mundo ya no sea y los pronombres hayan sido desollados, nada nos quedará fuera de la sangre, ese mapa líquido con el que hemos regado la tierra.




Final inextinguible

Era una lluvia quieta que no caía
Era la noche lo que nos mojaba
Eran cielos que se mudaban a otras aves
Eran las despedidas alineada
al borde de un despeñadero

Y son mis ojos que se rompen
como delgadísimo cristal contra
las cosas que se acaban
Son los colores dando la espalda

Fue sentir la fuerza de la nada
golpeándome el rostro, incinerando
todos los caminos de todas las memorias
Y gritar todo lo mío y esperar que no me oyeran
dejar que el olvido se comiera mis últimos deseos

Pero fue también callar siete palabras
del otro lado del silencio
para no extinguir sus nombres

Fue llegar al fin del mundo con las manos vacías
y las distancias destrozadas
Fue llegar con la última sonrisa y una certeza
Aquí comienza lo que no se acaba




Tanto no morir

No sé cuántas veces llevo ya de no morir. 
Pero la herida es un vestigio, un recuerdo. 
La constatación de un hecho: 
Aquí todavía estoy vivo. 
La vida está aquí dentro. 
Aún.

No sé cuántas veces ya. 
Sé que tengo cicatrices 
de accidentes a punto de ocurrir. 
Eso significaba que existías bajo 
la forma de una conjetura imprecisa y segura. 
Tú.

El dolor es una espera 
larga, ciega, calma. 
Y si sobreviví fue tan sólo para llegar 
al inhabitado descampado de tu encuentro.

No sé cuántas veces llevo ya de no morir, 
mas en tus ojos vi el color de la devastación. 
Lo vi y supe que estaba en el lugar correcto. 
Eres el único desastre del que no quiero salvarme. 
Después de ti no hay después. 
Eres el fin del mundo.




El eco de la fuga

Toda palabra en el mundo es el eco de una voz. 
Habría que recordar que esto es una fuga 
l e t r a a l e t r a 
hacia el silencio.




Souvenirs

I
Fui al fin del mundo y lo único que te traje 
fue una roca de un leve verde 
casi apagado que imagina llover, 
y los estragos de tu falta.

II 
Llegaremos tarde a la muerte, 
no nos esperen vivos.




Inscripción en el fin del mundo

Todo termina y comienza otra vez
dentro de lo que decimos
o antes, acaso detrás de cada letra.
El fin del mundo no se acerca
yo voy hacia él, éste es el trazo de su ruta.
Y como única sobrevivencia escribiré la palabra
escribiré la palabra
                              FIN

  


Herson Barona (Ciudad de México, 1986). Estudió Lengua y Literaturas Hispánicas y Estudios Latinoamericanos, ambas en la unam. Ha publicado en La palabra y el hombre, Periódico de poesía, Opción y Los suicidas, entre otras revistas. Ha obtenido premios de poesía, narrativa y ensayo; el más reciente es el Premio Nacional al Estudiante Universitario “José Emilio Pacheco” 2011 (poesía). Actualmente se desempeña en el proyecto “Ensayo y prosa de ideas en América Latina” del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (unam) y como editor de la revista Bonsái. Literatura mínima. Mantiene activo el blog variainvencion.blogspot.com y la cuenta de twitter @viajerovertical.