Comunidad de expertos
No debería ser importante
conocer el nombre del árbol.
No para ti, para mí, o para
este poema.
El árbol debería estar y estar siempre
convenciéndonos con sus hojas
frente al aire, permanecer
porque este tronco mira hacia arriba.
No debería ser importante
que en mi casa lo llamemos texu
ni que a su alrededor crezca fértil
la leyenda, o la memoria.
No debería decir en estas líneas
el nombre del árbol, ni siquiera
que junto a él huele espesa
la flor de la mimosa.
Poderosamente llega febrero
y la tierra aún no ha tenido que guardarte.
La fortuna de tu cuerpo sigue aquí arriba
y este árbol de momento no tiene
ningún nombre.
Las noticias de las 08.00
El mundo es muy exigente.
No hay que perder de vista
a los chinos y los indios y los árabes,
porque son más productivos.
Trabajan y trabajan y no quieren
esos lujos nuestros. Vacaciones.
Tiempo.
El mundo es ahora muy exigente
y Europa se rompió el otro día.
Mantenemos entonces los ojos
abiertos en la noche.
Y muy callados
escuchamos cómo producen
desde otra parte del mundo
la mejor parte del mundo.
Christine’s world
Siempre fue el mundo de mamá.
A nadie más podría pertenecerle
una imagen tan injusta:
la infinita desproporción entre
obstáculo y patria.
Ni Sergio ni yo sabíamos quién era
Christine, menos aún que las piernas
no le servían. Aunque sí entendíamos
que estaba enferma.
Sólo los enfermos se quedan así de tristes,
incapaces de llegar a su casa.
Donde mi madre tenga una habitación
estará el cuadro. Yo ocupo en una suerte
de herencia momentánea su rincón antiguo.
En la pared sigue el cerco de la imagen que estuvo.
Yo me siento también contorno algunas veces.
Tendré que buscarme un cuadro.
Salgo a la calle. No digo patria.
Balzac y Tolstoi sentados
Le dice que las olas
son tantas. Enumera
las gaviotas que se acercaron
a morder la tarde.
Le dice qué colores
llevan las mujeres en la playa.
Cuántas sombrillas, cuántos
sombreros en las cabezas
importantes de qué hombres.
Inventario. Literatura.
Le responde que el mar
es grande.
|