he salido de mamá
y ahora me vuelvo hacia ella
porque fuera hace frío
hay palabras
me cortan los dedos en el parque
me quitan los ojos los hijos del mar
y escuece
mamá no me preguntó nunca
si de verdad quería llegar a salir del preservativo
—máxima duración mínimo el precio—
chocarme con las dudas como muros
le reprocho la falta de información
y la carencia de planes de futuro
la vida fuera de ella
es diferente:
la gravedad los trozos de piel en las aceras
los corazones podridos del subsuelo
Iniciando sesión
a veces internet me quiere
y confío en esos nicks
que esperan conocerme y desnudarme
que buscan un beso un píxel dramático emocional sexualmente activo 18 años
y yo me dejo querer tras la pantalla
nombres como_
_caliente
_rojo
_gato
_medesplazo
de todas las edades
dentro de la órbita eléctrica de todas
las habitaciones programadas
un día me dijo
y yo busco en la conexión
lo que me falta en la cocina:
promesas
expectación
aplausos
a todos los amantes bienvenidos a mi sistema operativo
10 minutos de anuncios
entonces es cuando habla y tiemblo
ha encontrado en la publicidad una fuga
para girarse y dejar caer sobre mí
todo lo que nunca dice por miedo al arrepentimiento
me siento pequeño entre anuncios de juguetes y verdades
deja en el aire lo que siente y me explota la cabeza
daría todo porque empezara de nuevo la película
que esta situación así dentro de sus ojos
me deja en___________________ pausa
Las vecinas
Las vecinas me han atado en el ascensor
con el cordel donde tienden las bragas.
Por dormir en una cama distinta cada noche
te mereces todo lo malo que pueda pasarte.
La distancia.
El destierro.
Una repetición continua del amor
como si fuera un trauma.
Ojalá vayas al Tártaro por crear esta guerra injusta entre nosotros.
No cometerás actos impuros
a partir de hoy.
Encerrado entre sus bolsas de basura
me planteo la vida como una acumulación de Tetra Bricks.
Y soy feliz
porque no me queda nada.
De La orientación de las hormigas
Niño pájaro
Yo, que nunca he dormido,
describo versos y ciudades bajo el edredón. Pienso
en Dios con un hacha
cada vez que me desnudo ante esos hombres.
Hipócrita como soy
no merezco el cielo de la boca. No merezco
paisaje azul; ni gris tampoco.
Yo, niño pájaro,
el origen de la fuerza y de la envidia, de la certeza cruel
y de las llaves,
soporto a medias esta soledad.
Yo, que nunca he despegado,
encuentro en la altura una forma de refugio
de la que no participo.
No he luchado nunca por quedarme.
Solo he deseado volar
en mil pedazos.
De La orientación de las hormigas
Cristian Alcaraz. Estudia Filología Hispánica y Dirección y Dramaturgia
en la ESAD (Málaga). Ha publicado los poemarios Turismo de interior (La
Bella Varsovia, 2010, III Premio de Poesía Joven Pablo García Baena) y
La orientación de las hormigas (Renacimiento, 2013, Premio Andalucía
Joven Desencaja). Fue seleccionado en la modalidad de artes visuales en
el certamen Málaga Crea 2012 e invitado a diversos festivales como
Cosmopoética: Poetas del mundo en Córdoba. Su trabajo ha sido publicado
en diferentes revistas digitales y antologías como La dolce Vita. Poesía
y Cine (Dip. Prov. de Málaga, 2010) o Tenían veinte años y estaban
locos (La Bella Varsovia, 2011).