No. 130/RESEÑARIO

 
Hombre y mito: Daniel Santos



Axel Ramírez 
 




Luis Rafael Sánchez,
La importancia de llamarse Daniel Santos,
Hanover, Ediciones del Norte, 1988


 

ramirez-axel-hombreymito01.jpgSin lugar a dudas, Luis Rafael Sánchez se ha convertido en el más destacado de los escritores puertorriqueños de la actualidad. Nacido en Humacao en 1936, se inició como actor poco después de haber egresado de la Universidad de Puerto Rico, vocación que perfeccionaría en México y Nueva York. Sin embargo, sus ambiciones teatrales lo llevaron a la redacción dramática y a la narrativa. Su disertación doctoral defendida en la Universidad Complutense de Madrid, en 1976, versó sobre “La ideología en la cuentística de Emilio S. Belaval”, y posteriormente escribió Los ángeles se han fatigado (1960), Sol 13, interior (1965) y el libro de cuentos En cuerpo de camisa (1966). Pero es a partir de la publicación de su novela La guaracha del macho Camacho (1976) que se convierte en uno de los escritores puertorriqueños con mayor difusión fuera de la isla.

 

ramirez-axel-hombreymito02.jpg

 

La importancia de llamarse Daniel Santos constituye una fabulación compuesta de una presentación, tres partes y una despedida. En esta obra destaca la figura recia de “El Jefe” Daniel Santos, a quien Sánchez hace circular por una América Latina sin fronteras: Venezuela, Colombia, Cuba, Panamá, México, etcétera. En ella, la preocupación fundamental del autor es rescatar la cultura popular creando un texto con un abordaje bastante abierto y extendido de Hispanoamérica. El Daniel Santos, bolerista y guarachero, que conocimos en canciones como “Virgen de media noche”, “Dos gardenias”, “Amor” y otros éxitos, se traslapa con el Daniel Santos que volvió sano y salvo de la guerra para convertirse en un defensor acérrimo de la independencia de Puerto Rico, lo que le valió, en su momento, ser vetado en Estados Unidos.


En este texto fragmentado, agresivo, insultante pero exaltador —una burla a las conciencias burguesas—, Luis Rafael Sánchez se adentra en un excelente análisis de la música popular afrohispanoantillana, con el que da a conocer la gran contribución boricua al mundo de la creación de mitos populares tan comunes en nuestra América Latina; y Daniel Santos fue eso: hombre y mito, cantante y militante.

Partiendo básicamente de la cultura de Puerto Rico, el autor muestra la ficción desde la estética literaria. Con su marcado estilo caribeño, Sánchez hace del lector un ente activo que se deja atrapar en la urdimbre literaria; con una fuerte influencia brechtiana, desea también crear conciencia aunque ya no en el escenario sino en la escritura, por medio de la figura del Inquieto Anacobero, de voz ronca y desencajada. Al decir de Efraín Barradas, Luis Rafael Sánchez comienza a armar su rompecabezas; “la rebeldía de la sintaxis” está casi siempre presente en esta obra. “Pero la vida avanza y uno sabe que ese día va de paso y quiere marcharse sin que el ruido de una vaina de flamboyán revele la partida, sin que un asalto de hojas de yagrumo o panapén ponga pólvora a esta otra clase de fuga.”



Ilustración:
Laura Monterrubio, ENAP-UNAM