No. 114/POESÍA |
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Catapulta que te mando |
Zaidee Rose Stavely |
ESTDIOS LATINOAMERICANOS, UNIVERSIDAD DE CALIFORNIA EN SANTA CRUZ |
I. Allá donde está la barda
ese es mi país. Un revoltijo de fragmentos y huesos, recuerdos vacíos de la opresión. ¿Cómo? me han preguntado. ¿Cómo llegaron a estar encima del mundo? Caminando, contesto. Pisoteando más bien hasta llegar a la mera cima de una construcción hecha de sudor, sueños, sangre Allá donde está la barda ese es mi país. (Pero no trates de llegar, no intentes entrar, no les digas tu nombre a los agentes de migración, no regales tu alma a los del consulado. Pero no intentes buscarme, no trates de amarme, no busques un hoyo ni una salida al cielo. Allá en el cielo no hay de esos que te agarran. Sí pero te vigilan te siguen te encontrarán Por favor no les des pista no dejes huellas no no no busques entrar.) II. Soñamos con catapultas nosotros, máquinas extraordinarias hechas de manos y letras, sabores de pasión, túneles subterráneos, viajes subversivos, construimos juntos puentes y alas para volar sobre todo eso que se nos impone riendo de nuestros esfuerzos, nuestra esperanza inútil la caída de un sueño. III. La frontera Un muro una pared una cerca un puente cruzando el río de cemento, un puente que sólo cruzas para dejarme allí, la última vez que te besé, de este lado, antes de que te dieras la vuelta para regresar por ese largo camino de alambre y banqueta surreal, regresar (¿adónde?) un muro yo grito pero no cae, no responde a mis trompetas, no soy ningún Josué ni mucho menos sólo soy una voz, que ni siquiera alzo a veces y nadie me oye cuando lanzo mi llanto al aire, y choca con el muro me regresa un eco nomás. IV. Mejor ponte a trabajar, te dicen en el consulado Cuando trabajes serás bienvenido a Estados Unidos. Bienvenido bien venido Vení a mí my cross the border love Estás estudiando (literatura) Estás en la universidad (sí en la UNAM) Ya eres todo un adulto, te dice la mujer You’re all grown up, little boy. Little Mexican boy ¿Por qué no trabajas? ¿No sabes que para eso son ustedes? ¿Por cuál otra razón quisieras ir a Estados Unidos? ¿Por qué? V. Te preguntan sólo unas cuantas palabras quieren saber quién eres revisándote los bolsillos, pero ellos no ven todo eso que yo, que traes ahí plumas y pedacitos de poemas, cicatrices de corazón y canciones sin cantar. No ven lo que hay del ras de tus ojos, tu infinita mirada desde lejos, la historia de otros que venían antes, otros que vendrán después, tus huellas que extienden infinitamente en la arena como un lamento, como un suspiro, como una exclamación, un grito, profecía de presente. VI. El amor vence todo Cruza ríos, umbrales, escala muros, se desliza tras las ventanas. El amor se mueve lento como gato, aletea como pájaro de rama a rama, espera. El amor cruza fronteras, te ve a los ojos, sabe. Pero todavía así al amor le niegan la visa porque nació en el lado equivocado de la línea. VII. Extiende tu mano cruzando la línea sí ésta que está bordeada por cemento y malla ciclónica ¿Dónde está el ciclón? ¿O quién es? (pregunto yo) Extiende la mano sobre el río bajo la arena Enfrenta los guardias los perros los vigilantes desafía el polvo el aire sofocante el desierto Ven a mí alcánzame la mano Toca mis dedos de este lado de la línea. Una vez. Sólo una vez. Diles que no. Diles que sí. Habla.
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Dibujos de Gabriela Hernández G., ENAP |