Llegamos en este número a la premiación del Concurso 41 de Punto de partida y publicamos la primera entrega de ganadores: en poesía, Luis Flores Romero con la serie "Entomofilia", interesante ejercicio léxico de ritmo vertiginoso, teñido de un cierto humor ácido; y Ari García González, con el conjunto de poemas breves "Introspectiva del paisaje". En cuento, el primer lugar lo recibió Jesús Silveyra Tapia por "El circo: un vistazo a la vida de los malabaristas". Apoyado en una estructura híbrida, el autor logra construir con acierto a sus personajes y narrar una historia rematada por un final sorprendente. El segundo lugar en esta categoría correspondió a "Insecta, Hymenoptera: Formicidae", de Fernando Galicia, quien echa mano de recursos clásicos para contar un suceso ubicado en el plano de lo fantástico.
Presentamos en la categoría de ensayo dos textos de factura notable: el primero es "Tres variaciones sobre Plinio", de María Teresa Rodríguez. A partir de descripciones que hoy resultan míticas —el dragón de Aldro-vandi, el árbol de la lana y el pez fantasma—, Rodríguez hilvana ideas con pericia y nos regala una pieza breve y certera. Por su parte, Karla Olvera vuelve los ojos a Montaigne y desentraña desde la actualidad, con prosa firme y lucidez deslumbrante, varias posibles interpretaciones de una sentencia de la época, la cual da nombre a su ensayo: "Fortis imaginatio generat casum". En resumen, dos obras ensayísticas deliciosas.
Un viaje a Moscú y la visita a un hospital dan motivo a las crónicas acreedoras de primero y segundo lugar: "Meditaciones moscovitas", de Diego Olavarría Sayavedra, y "Los últimos cautivos", de Ignacio González Villarreal. En el primer caso, el autor nos ofrece una visión personal de la capital rusa a manera de relato que culmina en un desenlace inesperado. En el segundo caso, en tono más bien periodístico, González da voz a los habitantes de un espacio que morirá con ellos: el antiguo leprosario de Zoquiapan.
Las páginas de este número se visten con varias contribuciones gráficas. La primera de ellas es una apuesta multidisciplinaria que ocupa nuestro Árbol Genealógico: a partir de una idea expresada en un texto, el italiano Nicola Lorusso, quien formó parte del jurado este año, crea una serie de tres fotografías en color —reproducidas aquí en blanco y negro—, registro de quimeras inscritas en un paisaje urbano. Además, las series fotográficas ganadoras: "Sierra nahual" de Eduardo Medina, mirada fina que nos acerca a un espacio a través de una estilística peculiar; y "Niña de Luna y Tierra", fotosecuencia por demás evocadora, obra de Claudia Irene Hernández; y la participación de Andrea Jiménez, quien realizó ex profeso un interesante trabajo de ilustración que combina distintas técnicas y discurre como feliz acompañante de estos textos. Completa esta edición Rodrigo Martínez, quien reflexiona sobre la obra y motivos del director inglés Michael Winterbottom a propósito de su película Génova.
Para cerrar este comentario, hago mención de los miembros del jurado en este Concurso 41: Magali Tercero y Fabrizio Mejía Madrid; Anamari Gomís, Marcial Fernández, Andrés Acosta y Fernando de León; Ana García Bergua, Francisco Hinojosa y Eduardo Antonio Parra, Geney Beltrán Félix, Hernán Bravo Varela y Luis Felipe Fabre; Marina Fe y Mónica Mansour; Yvonne Venegas, Nicola Lorusso y Fernanda Sánchez-Paredes; Gilda Castillo, Roberto Hernández Aranda y Santiago Ortega; y Enzia Verduchi, Julio Trujillo y Ernesto Lumbreras. A todos ellos, nuestro reiterado agradecimiento.
Carmina Estrada
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