18 POETAS DE VERACRUZ/No. 167 |
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Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 1985 |
1)
[En el ámbito de la geometría proyectiva, el teorema de Pascal (también denominado Hexagrammum Mysticum Theorem) establece que si un hexágono arbitrario se encuentra inscrito en alguna sección cónica, y se extienden los pares opuestos de lados hasta que se cruzan, los tres puntos en los que se intersectan se encontrarán ubicados sobre una línea recta, denominada la línea de Pascal de esta configuración. (Wikipedia)] Siguiente capítulo, El Guincho Tomemos el mejor círculo, por ejemplo, un hexágono Hexagrammum Mysticum Theorem <insert> paradoja rimada: hace más de dos días que no me sale una línea. <output> Y en cambio tú me pides que me quede donde puedas vigilarme hasta que te canses de buscar. <Nota: Siguiente capítulo, El Guincho.1> Con mis audífonos puestos y el agua mineral escucho en mi boca el gorjeo de los mares las burbujas, ahora, son hexagonales hay algo enfrente de mí que no me deja ver al caminar salí de mi ciudad solo ya sin vida Una historia sobre la velocidad de las carreteras, abiertas, como la nieve te miro desde arriba por si todo termina ya no somos pequeños, aprendimos de la velocidad y más allá, una sola línea una cinta magnética donde se graba el sol su ruido en el polvo escamas que en la noche coletean un suelo iluminado <insert> la memoria, el olvido todas las trayectorias sumadas intersección todas las trayectorias sumadas fuimos hechos de estrellas [aunque ahora me escuches] <Nota: Siguiente capítulo, El Guincho.2> Perseguimos la verdad, sea cual sea, como las que nos escondieron de todo lo demás esto no empieza con la clara que se mezcla en tus ojos cuando miré por tu falda como hacia afuera de una cortina en medio de la isla que encima se enfada cuando no vuelvo sólo te pido que te quedes donde puedas alcanzar pues justo es alcanzar… por allí ande el ave. Siguiente capítulo, El Vacío con mis audífonos puestos muerdo mi uña las que están en nuestras manos escucho una vibración nueva ¿qué será? eco de sol algunas veces el campo se carcajeaba 2) Descastado del mar, el brazo arqueado escrutando su espuma en la axila, dibujando sus playas en los jardines del tiempo, rémora de la arenas, brazo del primer cromagnon alzando su ruina al oído, su mano coloca el destello perdido del cielo como arrugando un mapa. Va, sin prisa, el brazo arqueado, nombrando el primer verbo de caminar, no sabe que sal es substancia de diferentes sales ni que su sol es sol de mares, sin embargo embiste su primera jaculatoria sin nombre. Rompe entre las sombras del bosque el grito oculto del viento, y chapotea un musgo tordo hacia las copas enmaradas de los árboles. Ve sin conocer ni saber que el reflejo de la corteza es su fuego. Su mano, ahora, muñón pétreo del océano, lignifica el mar en el cielo ardiendo, rompe la corteza con las uñas, respira una savia que empuña su ascenso, como el deseo que no conoce aún, sube ahogado de sus primeras mañanas, hijo de la ronca luz del abismo, en la cima rinde pleitesía a lo lejos muévanse o no, tumbo en el filo del silencio, al fin, descastado del mar. 3)
Cálida nube sobre la tierra roja
J.M. Eguren
Qué es esto / de respirar el pan
o la astilla / que me soslaya adentro dentro de ti como chupar huesos astillas de huesos o remedos de huesos / en un mercado que nunca existió ahí / en tu plaza que gime desde la piedra el manso olor que me chupa hasta tu sexo / viene a hacerse derrumbe en grano desde el alféizar de la mañana hasta el fermento candeal de la tierra en tus cabellos en que tú perfecta vulnerada te erigiste entre la bruma y las llagas de la leche tan sedienta / como siempre apenas abriendo tu boca muerta a los huesitos única boca / columbrada por los ojos de la aurora cogida del hado de mi pertenencia te erigiste siempre de mí como la única roca viva que trataba de pararse sobre un estuario sedienta de una lluvia de meteoros para bullir quejosa viendo / cómo se desploma todo la alforja la retenida aurora la letanía de este licor en tu quijada |
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