La trama muestra a una mujer de la tercera edad que busca la inspiración
poética mientras una serie de eventos tiene lugar en su vida, eventos
que van determinando la historia; la mujer logra encontrar la
inspiración; el final es dramático.
Marcada por un fuerte contenido social propio del neoliberalismo
—pobreza, clasismo, desintegración familiar, machismo, desprecio a la
vejez, enfermedad, corrupción, suicidio—, la historia ocurre en Corea
del Sur y nos narra la vida de una vieja y de sus esfuerzos por
reinventarse ante las pérdidas: los avatares del Alzheimer, que avanza
irremediablemente, y otros cambios que sufre, así como su lucha por
salvarse a través de la poesía.
La protagonista tiene un nieto con quien no puede comunicarse.
Ninguno de los dos se pone en los zapatos del otro: ella se entromete en
su vida, él rezonga; ella lo pone a hacer cosas que él no quiere, él le
da órdenes… La película muestra la complicación que surge ante la
ausencia de la madre y el desempeño, por parte de la vieja, de un doble papel: el de abuela-madre. La abuela hace de
madre, sin que para el nieto sea ella la figura que debe normar su vida,
porque al fin y al cabo ella no es la madre.
La participación del nieto en una violación múltiple pone de
manifiesto su corrupción, su violencia y su desprecio hacia las mujeres.
La abuela se debate entre cumplir con lo que le exige la sociedad, ser
corrupta, y lo ético. Después de trasgredir sus propios valores en una
decisión casi salomónica, resuelve los problemas que enfrenta.
La justicia y la solidaridad de género, así como la conciencia de clase la llevan a entregar a su nieto a la policía.
En Poesía (Shi) vemos una forma cinematográfica, reflejo de la
sociedad actual, a través de una historia que puede ser común (por
supuesto, con algunos detalles personales). Es una película muy bien
ambientada, cuyo final ofrece como salida el sui cidio, la muerte. Se ve
la muerte como parte de la vida, sin mayor contradicción, como hojas de
un mismo árbol.
Algo que resulta impresionante es que el director nos muestra
situaciones incómodas y dolorosas, por un lado, y por otro, nos
reconforta con los paisajes captados por la cámara.
En la película puede observarse una pobreza clasificada en “pobres” y “pobres más pobres”. La mujer está jubilada y debe trabajar para ganar dinero
extra. Otro personaje —la madre de la niña violada y suicida, que vive a
las afueras de la ciudad— es campesina y sufre las peores condiciones.
Se muestra un claro machismo manifestado en la reunión de padres para
“arreglar las cosas”; en el viejo para el que trabaja la abuela, el
cual piensa que porque le paga tiene derechos sexuales sobre ella, y en
la violación de una joven por parte de sus compañeros.
El desprecio a la vejez resulta patente en el trato que le da el
nieto a la abuela y en las reacciones de algunas personas al interactuar
con la señora. Lo sorprendente radica en comprobar que aun cuando
continúa la tradición oriental del anciano como sujeto de veneración y
respeto, ésta va siendo invadida por el desprecio a la vejez del mundo
capitalista.
El suicidio está presente en la trama desde el principio y hasta el
final —el de la joven y el de la vieja—; ambas lo llevan a cabo en el
río, símbolo de vida, y dejan un testimonio escrito de su propia vida:
la chica, su diario; la señora, un poema con el que se despide. De este
modo, las dos consiguen su liberación y, de cierta forma, su permanencia
en la tierra.
La película logra la universalidad de las obras de arte. Nos muestra
la descomposición del mundo en el que vivimos a través de una historia
que podría ser la de cualquiera en cualquier parte.
Un elemento que rescata la faceta luminosa de la vida es la búsqueda
de la poesía. La película contiene poesía visual con paisajes y escenas;
poesía leída por algunos personajes, hecho que me hace pensar que, a
pesar de la descomposición social oscura, la belleza existe en el
ambiente.
Otra relación marcada por la ausencia se da entre madre e hijo, ya que en la película ella está lejos.
Si bien la película se desarrolla en un lugar específico —Corea del
Sur—, la historia es un reflejo de lo que pasa globalmente. En nuestro
país, por ejemplo, el desprecio hacia la mujer y hacia la vejez se puede
ver en Ciudad Juárez con las mujeres desaparecidas, y en el caso de
Zongolica, el de la mujer de la tercera edad que fue violada por
militares. Asimismo nos enfrentamos con problemas de pobreza, corrupción
y desintegración familiar, entre muchos otros.
Me pude ver en el espejo que nos muestra Shi.
Algo que aprendí o, más bien, que Shi me ayudó a ver mejor, es que la
poesía no sólo está escrita, sino que también puede ser narrada o
mostrada en la belleza de la naturaleza, en el concepto de las obras de
arte, en las acciones éticas de las personas.
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