Un pie gigante ha dejado su huella:
en la plaza desierta
el ladrido de un perro es un mezcal
atravesando la garganta de la noche.
La sed mira con sus ojos de cacto.
Las calles lamen su tristeza
con la lluvia.
Un pie gigante
ha dejado su huella:
una moneda arrojada
al fondo del estanque
es el ojo,
el agua, lo que mira.
***
El eco es una cascada
recordándose
un juego de espejos
en el nombre del aire:
la palabra se repite:
Noche
Noche
Noche
y mi pensamiento
se torna más oscuro
y la noche
en su desdoblamiento
es un oleaje
inventando sus orillas.
***
La memoria,
después del vendaval
y de arribar a buen resguardo,
quema sus naves.
La oscuridad:
insomnio disipándose
en las lenguas del alba.
***
El mediodía es una oreja inmensa
que se cimbra
al ritmo cambiante de la luz.
La medianoche, en cambio,
par de oídos sordos.
Pájaros IV
Digo cielo
y un lío de pájaros
despliega su partitura
Pájaros V
En esta pluma
Un pájaro da
Su testimonio de fijeza
Ilustraciones de Sergio Trejo Candelas, ENAP-UNAM
Pájaros VI
Una ráfaga de alas
se obstina en el bordado
del tendido eléctrico
Pájaros VII
Sin texto
es el paisaje
una cita del ojo.
Las gaviotas, lejanas,
numerosas,
entrecomillan lo que digo
Luis Paniagua Hernández (San Pablo Pejo, Guanajuato, 1979). Poeta. Estudia la carrera de Letras Hispánicas en la unam. Poemas suyos fueron incluidos en las antologías Crimen confeso (Daga Editores, 2003) y Un orbe más ancho. 40 potas jóvenes de México (unam, 2005). En el año 2000 obtuvo el premio de poesía en el certamen "José Emilio Pacheco" (fes-Zaragoza); en 2004, el premio por el mismo género en el concurso de la revista Punto de partida, y el segundo premio de ensayo en la emisión 2007 del mismo certamen. Ha colaborado en las revistas Acequias, Rocinante, Opción y Literal, así como en el suplemento Arena del periódico Excélsior. Ha publicado el poemario Los pasos del visitante (UNAM, 2006).