este San Valentín
me encantaría tomar del brazo a mis amigos
prender rosas del frac de mis maestros
pero debo quedarme en casa
cojo del ventrículo izquierdo
no es la lluvia lo que me detiene
es el puntapié certero de tu partida
me dejaste herido en el sofá
cojo con mi ramo prematuro
mis latidos andan con problemas
me duele el aire de arriba y la corbata
el ojal de la camisa
sólo desabotonado
pero hoy dime
acaso te diriges al cine arrebolada
y tomas de la mano a algún mancebo
acaso cuelga de tu mano
un globo hacia las nubes
recuerdo el abrazo de tus piernas
tus pezones floreciendo
tus labios y tus labios
los talones filosos
hoy miro por la ventana
un día que menosprecio con alegría
desde los nueve años
mas este San Valentín
con gusto saldría a celebrar los corazones
me regalaría chocolates de tu boca
mas ahora dime
cuántas historias se amasan de aquel lado
qué aroma se calienta en la mañana
dónde recoges tus espigas
dime panadera
de aquel lado llueve también
hay nubes o hay soles
acaso sueñas
Niños
los niños trepan a los árboles
para medir la altura de sus fuerzas
arriba combaten gatos y reptiles
tienen su guarida entre las hojas
para observar el mundo
su orbe de colmena ilimitada
desde ahí vislumbran
la premura del paisaje
se miran de ala abierta a pleno cielo
sacuden piso de sus pies
entre las ramas cuelgan
pequeños artificios
hallan frutos que no paran
nunca de brillar
los niños trepan a los árboles
para inventar sus horizontes
descubren el vértigo
la vida que atardece en flor
sobre las copas se encuentran
a sí mismos
trazan rumbos de partida
un día no vuelven más
olvidan el refugio del follaje
poseen un rostro decidido
para encarar al otro
su identidad reciente
pero en el árbol siempre queda algo
una parte que se queda
a vivir entre las hojas
figura que mira desde la espesura
algo original e íntimo
que nunca emprende el vuelo
Cartas a una señorita en París
lo noté hace tiempo apretándome el corazón
creo que surgió de aquel recodo
en la última curva del camino
ahora se arremolina en mi garganta
quiere emerger atrever forma
debo escupirlo en el momento exacto
a riesgo de atragantarme
llegó la hora de parir
creo que será un verso hembra
delator como los conejos de Julio
Hiena
soy la hiena la calumniada la escupida
mala madre de los pastizales
sus hijas visten harapos de hueso
sufren vituperios bajo las zarzas
soy la buscona la forajida la fea
loca de los bramidos no escuchados
lobos acercan sus colmillos
quieren hundir el hocico en mi carne
soy la manchada la nocturna
la favorita de Cristo
tercas leonas vienen para insultarme
ven mi cuerpo de arriba abajo
me azotan con sus falsas melenas
soy la bastarda
la que perdió dos hijos por un hombre
y no se arrojó al río
la muy perra
animal que corteja a los que no son
de su especie
carroñera que se alimenta a carcajadas
muerde a carcajadas ama a carcajadas
matriarca que mata por los suyos
la sin nalgas la sin caderas
la que regala el cuerpo a los peñascos
cordero de la boca pintada
en la mesa de los leones
Abraham Truxillo. Estudió Letras Hispánicas en la unam. Sus poemas y textos han aparecido en medios impresos y electrónicos como Novedades de Acapulco, Viento en Vela, La manga del Muerto y Palabras Malditas. Ha participado en encuentros literarios y mesas de lectura tanto en el estado de Guerrero como en el Distrito Federal. Su primer libro de poemas, Postales del ventrílocuo, aparecerá próximamente bajo el sello Ediciones Sin Nombre. Ha sido profesor de español como segunda lengua en México y en el extranjero.