No. 140/EDITORIAL |
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A lo largo de su historia, Punto de partida ha difundido la obra de nuevos escritores y artistas gráficos de México y, tangencialmente, también la de jóvenes de otras latitudes a manera de colaboraciones aisladas o de números monográficos. Fieles a esa tradición y con el ánimo de tender puentes entre distintas literaturas de habla hispana, aprovechamos la coyuntura de que Andalucía sea la región invitada a la 20 Feria Internacional del Libro de Guadalajara y presentamos hoy esta entrega dedicada a las letras jóvenes andaluzas. En el proceso de edición del número nos hemos encontrado con agradables sorpresas, a partir del entusiasmo que despertó esta encomienda al otro lado del Atlántico, particularmente en sus antólogas Carmen Camacho y Nerea Riesco -afortunados contactos debidos al escritor limeño y sevillano Fernando Iwasaki-, entusiasmo gracias al cual lo que originalmente sería una muestra somera rebasó nuestras expectativas y se desplegó en este colorido abanico de voces: diecisiete escritores, catorce de ellos andaluces por nacimiento, tres por adopción. El material ha quedado estructurado en dos bloques: poesía y narrativa, cada uno acompañado por sendas presentaciones de las compiladoras, quienes se dieron a la tarea ardua pero placentera de descubrir, de entre un vasto universo de voces, las aquí incluidas. Así, Carmen Camacho selecciona a diez poetas, nacidos la mayoría en la segunda mitad de la década de 1970. Todos cuentan en su haber con al menos un libro publicado y han aparecido en distintas antologías, y muchos de ellos han recibido alguno de los premios con los cuales la región apoya a sus nuevos escritores. Cabe hacer referencia a un dato que se desprende de las fichas de los autores y de la presentación de la sección: el movimiento poético en Andalucía, heredero de una de la más importantes tradiciones líricas de la lengua, ha encontrado la manera de reinventarse y refrescarse a través de colectivos de agitación social y acción artística, en los cuales intervienen creadores de distintas disciplinas. Nerea Riesco habla, en su presentación "Los hijos de Sherezade", de la condición de cuentistas, del "talante de narradores empedernidos" que marca a los andaluces, y nos muestra a siete escritores nacidos a fines de los años setenta y principios de los ochenta, con obra en distintos libros colectivos y casi todos con un libro individual publicado o por publicarse. Cabe mencionar, también, la multidisciplinariedad de la cual parten, ya que varios de ellos combinan la creación literaria con áreas como el teatro, el cine, la televisión o el periodismo. Además de la obra de estos escritores, cada sección incluye información colateral para el lector: fichas biobibliográficas de los autores y las antólogas, foto de cada uno y un breve párrafo sobre sus referentes literarios ("Poéticas" en la primera sección e "Inspiraciones" en la segunda). Para cerrar el número, sumamos un apéndice con una lista, que sorprende por lo extensa, de editoriales dedicadas a la creación literaria y revistas literarias, así como una breve descripción de las instituciones que apoyan, a través de premios y financiamientos, a los jóvenes artistas andaluces. Especial mención merece el trabajo de ilustración de este número, serie de infografías realizadas expresamente por el pintor sevillano Luis Guardiola, quien aceptó colaborar de manera por demás generosa con Punto de partida y autorizarnos también a reproducir en portada uno de sus lienzos. A lo largo de estas páginas, sus imágenes se suceden a modo de un discurso paralelo que es, en sí mismo, una expresión de la poesía. A él, y a todos aquellos que han hecho posible esta publicación, vaya nuestro más encarecido agradecimiento: a Carmen Camacho y Nerea Riesco, por la coherencia de su trabajo; a Fernando Iwasaki y Cristina Moreno, por su apoyo; e, indiscutiblemente, a todos los escritores que componen esta muestra, quienes de buena gana han compartido su obra con nuestros lectores. |