TRADUCCIÓN/No. 187


 

Jugar al eco al aire libre



Ana Terán Corenjo

Universidad de Sonora

Plath, Sylvia. “Never Try to Trick Me with a Kiss”, en <www.allpoetry.com>
Sexton, Anne. “Anna Who Was Mad”, en <www.poemhunter.com>
O´Hara, Frank.“As Planned”, en <www.poemhunter.com>
Gregg, Linda. “The Resurrection”, en <www. poemhunter.com>

Nunca intentes burlarme con un beso
Sylvia Plath

Nunca intentes burlarme con un beso,
fingiendo que los pájaros están aquí para permanecer;
ante esto el moribundo reirá con su desprecio.
Una piedra disfraza donde un corazón no puede ser,
y las vírgenes emergen donde lascivas Venus se dejan yacer:
nunca intentes burlarme con un beso.
Nuestro noble doctor declara que el dolor es suyo,
mientras pacientes condenados lo dejan hablar;
ante esto el moribundo reirá con su desprecio.
De la parálisis cada viril soltero es temeroso
el día entero en el tejado la vieja doncella grita:
nunca intentes burlarme con un beso.
Las eternas sierpes suaves prometen el deleite
a los niños mortales que felices anhelan ser;
ante esto el moribundo reirá con su desprecio.
Tarde o temprano todo cae por su propio peso;
los ruiseñores alzan vuelo;
así que nunca intentes burlarme con un beso:
ante esto el moribundo reirá con su desprecio.




Ana la que estaba loca
Anne Sexton

Ana la que estaba loca,
tengo un cuchillo en la cuenca de mi brazo.
Cuando me paro de puntitas descubro mensajes.
¿Soy alguna clase de infección?
¿Fui yo quien te hizo enloquecer?
¿Fui yo quien los sonidos amargó?
¿Fui yo quien dijo que saltaras por la ventana?
Perdona. Perdona.
Di que yo no fui.
Di no.
Di.
Pronuncia avemarías en nuestra almohada.
Acógeme a mí la escuálida púber
en tu regazo profundo.
Susurra como una bellota.
Devórame. Devórame entera como crema de budín.
Acógeme en ti.
Acógeme.
Acoge.

Entrégame un reporte de mi alma y su condición.
Entrégame un registro total de mis acciones.
Dame un juego de cuerdas y déjame escuchar.
Colócame en los estribos y guía un grupo de turistas.
Enumera mis pecados en la lista del mercado y déjame comprar.
¿Fui yo quien te hizo enloquecer?
¿Encendí tu auricular y dejé a una sirena transitar?
¿Abrí la puerta para el psiquiatra bigotón
quien como un carro amarillo te arrastró?
¿Fui yo quien te hizo enloquecer?
¡Escríbeme desde la tumba, Ana!
No eres nada más que ceniza mas
levanta la pluma que te di.
Escríbeme.
Escribe.




Tal y como se planeó

Frank O’Hara

Tras el primer vaso de vodka
puedes aceptar casi cualquier cosa
de la vida incluso tu propio misterio
piensas que es agradable que una caja
de cerillas sea púrpura y café y se llame
“La Petite” y venga de Suecia
porque son palabras que conoces y eso
es todo lo que sabes palabras no sus sentires
o su significado y escribes porque
las conoces no porque las entiendes
porque no las entiendes eres tonto y eres flojo
y nunca serás grande pero haces
lo que sabes porque ¿qué más queda?




Resurrección
Linda Gregg

Deja la torre en tu ciudad arder. Deja los pasos
hacia el edificio en sombra junto al lago arder
aunque esté hecho de piedra. Deja la casa
del león arder para que el rugir y el fuego
resuenen juntos. Permite que la vieja, pobre,
casa de madera donde viví se levante en llamas, aunque
hayas regresado y te hayas sentado en los escalones que subían
hasta donde solíamos existir. Déjalo arder todo,
no para destruirlos, sino para darles la vida,
que ahora mi vida les da. Para hacerlos relumbrar
como lo hacen en mí, brillante y ardiente, brillante y ardiendo.
 

 

 

 


Ana Terán Cornejo (Ciudad Obregón, Sonora, 1990). Estudia Literaturas Hispánicas en la Universidad de Sonora. Ha colaborado en diferentes medios como El Diario del YaquiInfoCajemeThe Insighters y Círculo de Poesía.