No. 140/POESÍA 

 

 Valero Cortadura
(Cortadura, Cádiz, 1979)

 


Poética

Poesía es todo aquel libro que venda menos de cien ejemplares, un artículo de bajo consumo. Poesía es la máscara del cobarde, el modus vivendi de tanto mediocre. Poesía es, sencillamente, pose.

 

 

Copa para resucitar a Proust

 

punto de partida 140

 

Abrevadero municipal

Por los vomitorios del estadio atrompica
la masa frita recién chutada 
en banda ancha de la calle a casa.
Catódicos reunidos,
desde la épica del mítico
gol de falta
a la telecomedia:
humor bobo para gente boba,
judas que reniegan,
todos afirman
no ver programas
que baten
records de audiencia.
El cojín lleno de babas
se lamenta haber nacido
en este siglo.

De casa a la plaza sólo de noche
abrevadero municipal
monocultivo de cotorras
teledirigido ya su sueño de politono
automatizan sus sectores parciales de ocio.
Meada en la puerta de garaje
(todo lo que baja sigue bajando)
Entrar en un bar
como quien entra en el paraíso
gorilas de San Pedro en la puerta
cenan judías anabolizantes
Pagar por entrar
con derecho a un tercio de metro cuadrado de aire
de cigarro
Música para quien no escucha música
clientela demasiado (s)electa
como para mear dentro.
El dueño saca un riñón
a cada botella.
Poner además siempre
mucho hielo,
la china trae flores
y luces en la boca
sonríe siempre
mendiga
se va por donde vino
                  de vacío
cada uno a lo del otro
la ven irse mientras bailan.
El vaso lleno de babas
se lamenta haber nacido en este siglo.

Luego volver a casa
como de la guerra
las tripas de la tropa
 en las esquinas
de tanto beber se han reventado
algunos, los otros
practican la carne donde pueden
los de siempre, los vegetarianos
buscan en los restos
más alcohol para las heridas.
los ciegos se matan por una mala mirada
y los hospitales no dan ya abasto
para tanta cabeza hueca partida.
Volver a casa y mear dentro
dormir en  la carabela de Colón
en una curva
la almohada llena de babas
se lamenta haber nacido en este siglo.

punto de partida 140

 

Urticaria del baboso pastoril


 Urticaria del baboso pastoril
del sublime sentimiento de no ver nada
las manchas
    que el cateto en la pared admira 
         por dejar de serlo,
          el caterín de canapés tiesos
                           de la cerveza sin fuerza

           Ultratensan la cuerda 
         de la paciencia
         poca chicha y mucha etiqueta 
           las paredes cubiertas  
          alucinando como Alonso Quijada con los molinos
           indispensa creer para ver 

           ¿quién piensa a estas Alturas que todo vale?
                 con el garabato complacidas las burocracias
          la mano que se posa en el hombro para la foto
          tranquila
            nada incordia quien nada dice 
            Hacerse el dormido
               ante tanto tonto estímulo vano
               darse igual
              volverse a casa de vacío
              chocar con ocho músicos rusos
              acariciando cuerdas por cuatro duros





 
Valero Cortadura. Comienza su ac­ti­vidad poética par­tici­pan­do en revistas y recitales de la Universidad Hispalense, donde se li­cen­ció en filología his­pá­nica. En 2005 par­ticipó en la creación del fan­zine Entremés express y recibió el accé­sit del IX Pre­mio de Poesía Universidad de Sevilla por su obra Las armas del poeta. En el mis­mo año publica Crudo, su más reciente poemario. En la actualidad pre­para una biografía so­bre el grupo de rock The Vagos.