No. 136/POESÍA

 
Cuatro poemas

Víctor Cabrera
 


 

Cancioncilla checa

Mira a la dulce y frágil Ludmila
(muchachita checa de dieciocho años)
boqueando como un pez
sacado de sus aguas,
y en las fauces de entrambos tiburones
hacer como si nada.

cabrera1.jpg ¡Y cómo nada Ludmila,
la sirena de Praga!
Cómo agita su cola
y menea sus escamas
en medio de ese par de escualos abusivos
-lustrosos los arpones,
enhiestas las carnadas
que alterna la bella en sus papilas
mientras sueña imposibles caramelos,
golosinas que otrora paladeaba
y que vuelve hoy a engullir

... aunque saladas.

Las cosas que hay que ver,
Neptuno, en estos mares
sin ser uno oficiante de tales ceremonias
-apenas, y si acaso,
de dura piedra estatua convidada
al marino festín delicuescente

si banquete es aquello que se horada:
la grácil muchachita,
la sirena de Praga,
la sórdida princesa,
la ex novia de Franz Kafka.



El quinto escarabajo
(fábula checa)

Para "El Flaco" Uribe
 
goyito samsa soñaba con ser el quinto Beatle / un beetle marginal / si bien notorio / (por decir / : / menos que George y más que Ringo)

curtido en su moderna condición de bicho raro / dejó crecerse el joven los pelos y la barba / y patillas de genuino escarabajo

gastaba largas horas el muchacho / rascando en su guitarra / acordes que sonaban
más a Zappa que al Cuarteto / mas no quería gregorio parecerse a The Mothers of Invention / porque él seguía soñando / con ser el quinto Beatle

(por su parte la familia / los vecinos   la novia   la mucama / lo miraban de reojo / igual que quien tolera / el zumbido de la mosca en un almuerzo)

mas hete aquí que una mañana / gregorio samsa despertó sin su coraza /: / adulto ya / maduro y responsable / quemó sus naves / cortóse la melena y las agallas / sentó cabeza /casó con una dama / siguió al pie de la letra / los consejos de su padre / así que se asoció / con un señor de nombre Pancho Kafka

y prosperó / e hizo fortuna en el mundo de las letras / (tan arduo que es hacerse de un nombre en el negocio) / y esparció por el mundo su simiente / y triunfó y fue por fin Gregorio Samsa

(aunque en el fondo no dejó / de ser un bicho raro / porque él seguía soñando / con ser escarabajo)

 

 

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Soneto 12

Cf. Marcial I, 10*

Pintaba para más, mas despintóse:
De sed, como la rosa, marchitóse
la leve flor que, anoche, al leve roce,
de placer en espasmos consumióse.

Sonaba bien -¿y bien?: Desafinóse
el arpa en que el deseo reconoce
el exacto tañer con el que el goce
desata su corcel... Y desatóse.

Mas al alba el jinete descubrióse
yaciente junto a bestia tan feroce
-el corcel que en jamelgo transformóse-

tan fiera, pues, que no halla quien la glose,
prodigio que la vista desconoce:
Ajada, cruda y fea, tose y tose.

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Libre mercado

Para María Rivera


cabrera4.jpg Del soneto alejandrino un príncipe ripioso
estuvo a verme por ver cuál es mejor poesía,
la suya, que llama sosegada, o la mía,
que en bucólico sosiego halló aliento rijoso.

No preguntes si de Julio* el ritmo contagioso
o de Fabio* sin raíz, si bien de Alejandría,
prefiero yo los versos a aquellos de María* :
A qué juntarlo todo en examen enfadoso.

Lo dijo bien Hernán* : peritaje sobre nada,
Natura nunca junta a otoño y primavera,
a cada anochecer lo sucede una alborada

y sabe cada cual ser mejor a su manera.
La mora no es peor que la güera apiñonada:
Si gustos no existieran, el poema no vendiera.

 

 

 

 

 

 

 


Ilustraciones de Laura Monterrubio, ENAP, UNAM

 


*Marco Valerio Marcial, Epigramas, Vol. I, introducción, traducción y notas de Juan Fernández Valverde y Antonio Ramírez de Verger, Gredos (Bi­blio­teca Clásica Gredos, núm. 236), Madrid, 1997, p. 114.


* Poetas de la época (N. del A. para un futuro E.).