fiesta / No. 250

Toilette

Una fiesta (de las buenas) en alguna casa de Coyoacán, en Ciudad de México. Luces azules y rosas, es el último día de octubre del dos mil doce. El reloj de un celular da cuarto para las diez.


Patricio: ¿Vas a pasar?

María: Sí, estoy formada.

Patricio: Ok, sólo para saber.

María: Qué tonto. Guapo tonto.

Patricio: Oye, perdón, me da muchísima pena, pero es que me estoy haciendo, ¿crees que pueda pasar primero?

María: Es que a mí igual ya me anda un buen.

Patricio: Sí, está bien, no te preocupes, perdón.

María: Pobre, seguro sí le va a ganar, sino no me hubiera dicho. Del uno al diez ¿cuánto te anda?

Patricio: DOCE.

María: Está bien, a mí me anda nueve, pásale.

Patricio: No, no, cómo crees, ya me aguanto, no pasa nada.

María: Ya salieron, vas.

Patricio: Muchas gracias, de verdad me estás…

María: ¡YA ENTRA!

Patricio: Sí, perdón.

María: Córrele.

Patricio: Listo, pasa, pasa.

María: Gracias. Prueba de fuego, que no huela a pedo por favor.

Patricio: Oye, ¿me puedes avisar antes de que acabes?

María: ¿Qué?

Patricio: Es que para salirme rápido no me lavé las manos.

María: Ajá…

Patricio: O sea que ahorita que tú te las laves me dejas pasar.

María: Ya entra.

Patricio: Mil gracias.

María: Sí, no hay por qué. ¿Eso que tiene ahí es un lunar? Es de los grandes.

Patricio: Oye, ¿quieres una chela?

Patricio: Ah, sí, sí, much…

Patricio: Ah, qué chido, vamos por…

Patricio: Pero no impo…
María: Bueno, me voy a…

María: Si vienes con alguie…

María: No, está bien, sí veng…

María: O como prefier…

María: ¡QUE SÍ QUIERO LA CHELA!

Patricio: Súper, vente…

María: Un clásico, enamorarse en la fila del baño. Bueno, la verdad es que a mí nunca me había pasado… Qué asco. El baño que huele a mezcal, pipí, vómito, menta y mora azul. Perdí la costumbre de conocer a "alguien" en las fiestas. ¿Y éste qué? ¿Por qué lo dejé pasar al baño antes? ¿Por qué le dije que sí quería una chela? Creo que estoy coqueteando. Mierda. No, no, y él también sabe que le estoy coqueteando.

Patricio: ¿Lagger está bien?

María: Sí, perfecta.

Patricio: Gracias por el baño. No entiendo cómo es una fiesta tan grande y sólo hay uno. Es antihigiénico.

María: Arriba hay otro, pero sólo pasan los VIP.

Patricio: ¿Cómo sabes?

María: La hermana de Gina es mi amiga.

Patricio: ¿Quién es Gina?

María: Pues la del cumpleaños.

Patricio: ¡Ah! Ahora todo tiene sentido. Es que yo la verdad soy más o menos un colado aquí.

María: No parece…


Hablan, se gustan, tontean, una cara inevitable de idiotas.


Patricio: Por eso no me disfrazo, como que desde ahí me quedé traumado.

María: No era para tanto. A mí la verdad me encanta el Halloween.

Patricio: ¿Quieres otra cerveza?

María: No, yo creo que no, ya me tomé tres.

Patricio: ¿Ya te tienes que ir?

María: No. No es eso, es que si tomo mucho me enfiesto y me subo a las mesas.

Patricio: ¡Yo me subo contigo! / Maldita sea, sí me gusta. Estoy en la zona de riesgo. Lo sé porque estuve a punto de contarle mi top tres de mal copeo como conversación casual. No, no, ese material clasificado no verá la luz. Aquí vienen, el regreso de las fantasías sobre hacerle el desayuno a alguien. Qué estupidez. ¿En qué momento ya tengo otra cerveza en la mano? No, no, tengo que detener esto... ¿Y POR QUÉ NO VINO TU NOVIO?


María: ¿Qué novio?

Patricio: Pues tu novio.

María: Claro, ya se había tardado en ser un tremendo idiota. Pues no sé, ¿por qué no vino el tuyo?

Patricio: ¿Mi novio?

María: Ajá.

Patricio: No mames, yo no tengo novio.

María: Ah, pues yo tampoco.

Patricio: Ah, pues qué bueno.

María: Pues sí, qué gusto.

Patricio: Maldita sea. Todo esto del baño, sabía que no era buena idea. Bien me hubiera podido salir a buscar un árbol. Deja de rascarte la nuca. Esto va mal. No, a ver; estoy yendo demasiado lejos, ella es una buena compañía y platica cosas interesantes. Hace pausas para escuchar mis historias y hasta se espera unos segundos extra para corroborar que ya terminé. Tiene bonitos dientes y me dejó pasar al baño.

María: Oye pues ya me voy.

Patricio: No, espérate.

María: Ya es tarde.

Patricio: Yo te llevo a tu casa.

María: Traigo coche.

Patricio: Entonces tú me llevas a la mía.

María: ¿Cómo?

Patricio: Da igual, mañana vemos.

María: ¿Mañana?

Patricio: Al rato, me refiero a que ya es la madrugada, ya es mañana.

María: Pues no realmente, apenas son las dos y/

Patricio: Me gustas un montón.


Pausa.

María: Un encuentro. Alguien que se te aparece una noche, por varias horas y con ese tiempo, aunque haya sido muy poco, es suficiente para sentir que se conocen. Para hacerle un huequito en tu cuerpo a la posibilidad de volver a querer desmedidamente. Que sepas que es imposible, que difícilmente se volverán a ver, pero ese pequeño porcentaje que queda suelto de que se encuentren, es lo que te hace aferrarte a la ilusión. Tener a alguien que, de sólo acordarte de sus manos, te devuelva el ánimo y te den ganar de cocinar postres otra vez. ¡Quiero bailar!

Patricio: ¿Entonces te quedas?

María: Un rato.

Patricio: Qué buena noticia.

María: ¿Vamos?

Patricio: ¿No quieres platicar, mejor? La verdad no bailo bien.

María: No tienes que hacerlo bien. Tienes que hacerlo y ya está.


María y Patricio bailan, con esa torpeza y ternura que sólo se puede tener cuando el amor se aparece de manera tan intempestiva, tan sin querer. Un grupillo de desconocidos les miran a lo lejos, toman el micrófono del karaoke de la fiesta y narran.


Desconocidx 1: Esa noche entera la pasarán juntos.

Desconocidx 2: A las ocho y media de la mañana, después de un último beso largo, cada quién tomará su coche y se irá.

Desconocidx 3: No van a volverse a ver.

Desconocidx 4: Se pasarán sus teléfonos, pero ninguno se va a animar a escribir.

Desconocidx 5: ¿Por qué? Ustedes respóndanme, yo sigo sin entenderlo.

Desconocidx 6: Supongo que el encuentro fue tan potente, que les asustó enamorarse hasta la médula y mejor no meterse en ese lío.

Desconocidx 7: O quizá no fue trascendental, sólo estaban extasiados, con la temperatura corporal muy subida por la gracia
del alcohol, y en esos estados, siempre dan ganas de enamorarse.

Desconocidx 8: Nadie tiene la respuesta correcta. Nunca podremos saber lo que le pasa a ese otro cuerpo por dentro.

Desconocidx 9: Cinco años después, se reconocerán vagamente en un cruce de Insurgentes Sur. Apenas les dará tiempo de media sonrisa y cada quien a su camino apresurado.






Mariana Villalobos (Ciudad de México, 1995). Egresada de La Casa del Teatro A. C., donde actualmente se encarga de la Coordinación académica. Desde 2017 es integrante de La Maniobra Colectiva Escénica A. C. Fue becaria de la FLM en Dramaturgia (2022-2023).