CDMX / No. 246

Mi hermana corre por toda la ciudad



Mi hermana corre por toda la ciudad.
Yo me la imagino
saltando por los techos
o en cualquier andén
compitiendo con el metro
pero él es tan lento y ella tan rápida
que seguro seguro
el eco de sus rieles apenas le toca la espalda.
Ella corre
quién sabe por dónde.
Yo me la imagino
siendo más rápida que todos
más pequeña que todos
porque se esconde y nadie la ve.
A quienes les dice su escondite no me hablan
y sus voces son tan bajas
que no se oyen en las coladeras, en las tuberías subterráneas.
Ni susurros a lo lejos que me digan dónde está.
Me la imagino porque yo tampoco la veo
por eso salgo a preguntar,
pero también soy pequeña
y resulta que todos son más rápidos que yo.
Ella sigue corriendo.
A veces tengo suerte de encontrar su rastro
voy oliendo entre sudor, orina, mierda seca
y tiendas de perfume
su nombre. Huelo su nombre:
Noche
pero incluso la Noche no llena la ciudad
y yo, en el norte y Noche,
en el sur.

La ciudad tiene dos tamaños, dice mi mamá:
  1. casas hacia arriba, casas hacia los lados, bosques y castillos, parques y fuentes, calles largas y anchas, callejones y cerradas, 195 estaciones de metro.
  2. mi hermana está en un solo lugar de la ciudad en este momento y ese lugar es toda la ciudad.

Mi mamá casi siempre encuentra a mi hermana
y entonces las dos corren
de norte a sur,
de sur a sur
corren y mi mamá es más rápida
tan rápida y tan pequeña que no la ven ni la escuchan.
Corren corren
mi mamá sin aliento pide ayuda porque ya no quiere seguir corriendo,
pero mi hermana la jala fuerte, le lastima las muñecas.
Sólo hay dos cosas más rápidas que mi mamá:
  1. hermana cuando mamá tiene el aliento frío
  2. los hospitales públicos siempre son más rápidos que todas las mamás, aunque los hospitales no corran.